Esperma hasta en la sopa
y todo gracias al taller que tuvo Harry el día de hoy sobre sexualidad.
Ayer hubo una junta en la escuela para plantearnos lo que los niños verían en el taller. Ni Fefé ni yo pudimos ir y me quedé con pendiente porque yo sabía que no faltarían las mamás en completo desacuerdo, como la mamá de una amiguita de William, quien --según me enteré después-- hizo un escándalo porque a su parecer los chavos estaban muy chiquitos para saber de esas cosas (aquí entre nos, su hija es precocísima y más la valdría a esta mujer dejar que la escuela hiciera su chamba y ella y su esposo, la suya).
La escuela, por su parte, no se amedrentó y contactó a un grupo de personas muy profesionales para hablar con los niños y las niñas.
Harry salió muy emocionado, principalmente porque el taller les impidió tener sus clases regulares y además porque, según me dijo: "Antes nos daba vergüenza hablar de estas cosas, o nos daba risa pero ahora ya no, ahora podemos hablar porque son naturales."
(Hace unos pocos meses William y yo platicábamos sobre los aparatos reproductivos y Harry se alejó diciéndonos que no habláramos de eso, que qué asco y William le dijo que el cuerpo humano no era asqueroso y que la procreación era algo natural. Harry le contestó que hacer popó también y no por eso hablábamos sobre eso en la mesa.)
Me dio gusto que también se hablara en el taller sobre orientación sexual. "La homosexualidad no es una enfermedad; la homofobia, sí" me contó Harry a propósito de un cartel que llevaban las instructoras.
No sólo se habló de enfermedades venéreas, como en múltiples ocasiones me tocó escuchar mientras crecía. Se habló también de libertad, de responsabilidad, de noviazgo, de enamoramiento, de lo que hace sentir bien y lo que hace sentir mal, de cuidarse, de no dejarse lastimar por otros y de respetarse.
Al final de la charla, que empezó a la salida de la escuela y terminó en la sobremesa de la comida, los hice comprometerse a que cuando ellos decidieran iniciar su vida sexual hablaran conmigo o con su papá, que no sintieran pena, que nos gustaría poder responder sus dudas o si no querían hablar, al menos poder darles dinero para los condones.
Harry asintió pero me dijo que no me preocupara: "Uuuuy, mamá, no te apures, eso del sexo, uuuuy, falta todavía mucho tiempo... como cuatro años más..."
Jesucristovencedorcalmatuiraytufuror, me repetía por dentro, pero me quedé calladita esperando que para cuando ese momento llegue (más le vale que llegue mucho mucho más tarde que cuatro años) mis hijos estarán preparados, en todos los sentidos, porque como me dijo Harry: "Mamá, con todo lo que ahora sé, ya me siento protegido."
¿Y no es eso lo que todos queremos para nuestros hijos?
Ayer hubo una junta en la escuela para plantearnos lo que los niños verían en el taller. Ni Fefé ni yo pudimos ir y me quedé con pendiente porque yo sabía que no faltarían las mamás en completo desacuerdo, como la mamá de una amiguita de William, quien --según me enteré después-- hizo un escándalo porque a su parecer los chavos estaban muy chiquitos para saber de esas cosas (aquí entre nos, su hija es precocísima y más la valdría a esta mujer dejar que la escuela hiciera su chamba y ella y su esposo, la suya).
La escuela, por su parte, no se amedrentó y contactó a un grupo de personas muy profesionales para hablar con los niños y las niñas.
Harry salió muy emocionado, principalmente porque el taller les impidió tener sus clases regulares y además porque, según me dijo: "Antes nos daba vergüenza hablar de estas cosas, o nos daba risa pero ahora ya no, ahora podemos hablar porque son naturales."
(Hace unos pocos meses William y yo platicábamos sobre los aparatos reproductivos y Harry se alejó diciéndonos que no habláramos de eso, que qué asco y William le dijo que el cuerpo humano no era asqueroso y que la procreación era algo natural. Harry le contestó que hacer popó también y no por eso hablábamos sobre eso en la mesa.)
Me dio gusto que también se hablara en el taller sobre orientación sexual. "La homosexualidad no es una enfermedad; la homofobia, sí" me contó Harry a propósito de un cartel que llevaban las instructoras.
No sólo se habló de enfermedades venéreas, como en múltiples ocasiones me tocó escuchar mientras crecía. Se habló también de libertad, de responsabilidad, de noviazgo, de enamoramiento, de lo que hace sentir bien y lo que hace sentir mal, de cuidarse, de no dejarse lastimar por otros y de respetarse.
Al final de la charla, que empezó a la salida de la escuela y terminó en la sobremesa de la comida, los hice comprometerse a que cuando ellos decidieran iniciar su vida sexual hablaran conmigo o con su papá, que no sintieran pena, que nos gustaría poder responder sus dudas o si no querían hablar, al menos poder darles dinero para los condones.
Harry asintió pero me dijo que no me preocupara: "Uuuuy, mamá, no te apures, eso del sexo, uuuuy, falta todavía mucho tiempo... como cuatro años más..."
Jesucristovencedorcalmatuiraytufuror, me repetía por dentro, pero me quedé calladita esperando que para cuando ese momento llegue (más le vale que llegue mucho mucho más tarde que cuatro años) mis hijos estarán preparados, en todos los sentidos, porque como me dijo Harry: "Mamá, con todo lo que ahora sé, ya me siento protegido."
¿Y no es eso lo que todos queremos para nuestros hijos?
Comentarios
qué bonito que tengan esa oportunidad tus hijos
y mucho mejor con profesionales
por lo que cuentas
yo vi sólo el tema de sexualidad en 5to y 6to de primaria y nada más,
y hasta la uni por materia de sexualidad humana
Diles a tus hijos que pueden ir llenando su solicitud para tener sexo, presentando su credencial de elector, su cartilla del servicio militar liberada y su tercer recibo de pago del primer trabajo fijo de 8 horas que obtengan -adjunto el currículum de la interfecta, por supuesto-. Que les aprobarás su formato en menos de 15 meses su cumplen con todos los requisitos.
XD
Implicada, yo también feliz por lo de la plática porque no es que le saque al tema, pero la verdad considero que es mejor que un niño o niña aprendan estas cosas en un grupo, con sus iguales, donde pueden preguntar libremente y darse cuenta que todos comparten las mismas dudas e inquietudes. Aunque ya habíamos tocado estos temas varias veces, no se habría dado un diálogo como el de hoy de no haber sido por ese taller y también agradezco la oportunidad.
Todavía, deja apunto... Cuántas copias en carbón dijiste que tengo que sacar de cada documento? Lo del recibo de trabajo me encanta porque tú espérate, en unos años más les cambio las reglas que para eso soy la mamá.
Hace no mucho leo tu blog y debo decir que me encanta cómo relatas las cosas que te acontecen o en las que piensas.
Admiro tu facilidad de redacción y la pulcritud que tienes a la hora de escribir, así como el tiempo que te das para la lectura, tu trabajo (en casa y en oficina), postear, hablar con tus hijos, contestar cartas a mano y divertirte...
Creo que eres una mujer ejemplar, yo quiero ser como tú cuando sea más grande.
Gracias, Horas, por tus palabras.
Un abracito.
Es muy grato que se trate todo este asunto de manera integral y se toquen los temas del noviazgo y de las relaciones sanas.
QUé buena onda!
Ya lo tiene calendarizado!
No compres los condones "preventivos" desde ahora, que se dañan... Yo le entregue una caja al mayor cuando se fue a un intercambio académico a Francia (a los 15!) Y después al otro cuando hizo la misma aventuraa los 16!).
Trfajeron las cajas intactas... pero nada me garantiza que le proveyeran marcas europeas...
Un abrazote...