Gracias totales.
Me están exprimiendo bien machín.
Quieren todo para el lunes y yo ya ando más allá que pa´acá con lo de mi nuevo puesto.
Hoy di capacitación a las chicas nuevas, egresadas ambas del tec de Monterrey.
Me encantan las dos.
La que se queda en mi lugar, un primor, llegó con sus taconsotes, sus pantalones slim, su collar de perlas y su rubia cabellera en bucles dorados, a bordo de su camioneta del año. Como la imaginaba después de leer su CV, con sus estudios en varios países y su dominio de cinco lenguas.
La otra (la que yo quería en mi lugar) llegó en camión, de coleta y pantalones, con su experiencia de trabajo desde los 16 años.
Yo la quería a ella porque me parece que le sería más sencillo el contacto con todos los niveles de la empresa. Y sobre todo, que a los chicos de todos los niveles, les habría sido más sencillo el contacto con ella (además la caché escuchando a Edith Piaf en un momento de descanso de la inducción).
Pero así están las cosas.
En casa además, también ando en chinga loca. Ocurrióseme pintar y dado que sólo tengo unas cuantas horas después de la chamba, las aprovecho trepada en una escalera.
Más vale aprovechar.
El profesor titular ya aprobó la tesis sin hacer correcciones, para que pase a prueba de lectura y mientras tengo que preparar su defensa. O sea, no sólo trabajo todo el año en ella y ahora hasta defenderla debo. Ingrata.
Volví a mis lecturas por placer.
Zerk me hizo llegar su último libro con la promesa en la dedicatoria de que en el que sigue incluirá la descripción de la noche de cantina y tangos que alguna vez tuvimos. Espero además un poema prometido.
También recibí de Agustín Fest la versión digital de un libro que le quería adquirir y del cual no alcancé edición impresa. Talento y generosidad. Me hizo el día, el mes y el año.
Encima de todo, estoy ovulando. Y eso qué, podrán decir... es que en estos días los veo a todos muy guapos. Mis hormonas son como sus birrias, chavos.
Jodida y radiante, diría Benedetti.
Me tomo este descanso aquí, con una birriecita, la compu y un cigarro para no perder el hilo, para no perderme de la vida enmedio de tanta sinrazón.
Dijo el Gabo, en una cita que repitieron hasta el hartazgo -pero al menos era suya, no como otras porquerías que se estuvieron facebookeando- que la vida es como uno la recuerda.
Lo que escribo es lo que recuerdo, tal vez no exactamente lo que vivo. Descuento las ganas de llorar que de repente sentí hoy entre el caos de la casa y la oficina. Descuento el insomnio de anoche por culpa de los pendientes que arrastro. Descuento mis brazos agotados de tratar de alcanzar el techo.
Y recuerdo lo demás. Las carcajadas de mis compañeros a causa de mis malos chistes a quienes agradezco su simpleza. Mis amigas constantes en Whatsapp, siempre listas para el consejo, el regaño y la festejación. Mis hijos regalándome sus fuerzas para vivir mejor. Las interminables ganas de Fefé, ganas de planear, de abrazar, de coger, de vivir y de amar.
That´s life. I guess.
Yo vivo.
Que los pendientes esperen lo que tengan que esperar.
Quieren todo para el lunes y yo ya ando más allá que pa´acá con lo de mi nuevo puesto.
Hoy di capacitación a las chicas nuevas, egresadas ambas del tec de Monterrey.
Me encantan las dos.
La que se queda en mi lugar, un primor, llegó con sus taconsotes, sus pantalones slim, su collar de perlas y su rubia cabellera en bucles dorados, a bordo de su camioneta del año. Como la imaginaba después de leer su CV, con sus estudios en varios países y su dominio de cinco lenguas.
La otra (la que yo quería en mi lugar) llegó en camión, de coleta y pantalones, con su experiencia de trabajo desde los 16 años.
Yo la quería a ella porque me parece que le sería más sencillo el contacto con todos los niveles de la empresa. Y sobre todo, que a los chicos de todos los niveles, les habría sido más sencillo el contacto con ella (además la caché escuchando a Edith Piaf en un momento de descanso de la inducción).
Pero así están las cosas.
En casa además, también ando en chinga loca. Ocurrióseme pintar y dado que sólo tengo unas cuantas horas después de la chamba, las aprovecho trepada en una escalera.
Más vale aprovechar.
El profesor titular ya aprobó la tesis sin hacer correcciones, para que pase a prueba de lectura y mientras tengo que preparar su defensa. O sea, no sólo trabajo todo el año en ella y ahora hasta defenderla debo. Ingrata.
Volví a mis lecturas por placer.
Zerk me hizo llegar su último libro con la promesa en la dedicatoria de que en el que sigue incluirá la descripción de la noche de cantina y tangos que alguna vez tuvimos. Espero además un poema prometido.
También recibí de Agustín Fest la versión digital de un libro que le quería adquirir y del cual no alcancé edición impresa. Talento y generosidad. Me hizo el día, el mes y el año.
Encima de todo, estoy ovulando. Y eso qué, podrán decir... es que en estos días los veo a todos muy guapos. Mis hormonas son como sus birrias, chavos.
Jodida y radiante, diría Benedetti.
Me tomo este descanso aquí, con una birriecita, la compu y un cigarro para no perder el hilo, para no perderme de la vida enmedio de tanta sinrazón.
Dijo el Gabo, en una cita que repitieron hasta el hartazgo -pero al menos era suya, no como otras porquerías que se estuvieron facebookeando- que la vida es como uno la recuerda.
Lo que escribo es lo que recuerdo, tal vez no exactamente lo que vivo. Descuento las ganas de llorar que de repente sentí hoy entre el caos de la casa y la oficina. Descuento el insomnio de anoche por culpa de los pendientes que arrastro. Descuento mis brazos agotados de tratar de alcanzar el techo.
Y recuerdo lo demás. Las carcajadas de mis compañeros a causa de mis malos chistes a quienes agradezco su simpleza. Mis amigas constantes en Whatsapp, siempre listas para el consejo, el regaño y la festejación. Mis hijos regalándome sus fuerzas para vivir mejor. Las interminables ganas de Fefé, ganas de planear, de abrazar, de coger, de vivir y de amar.
That´s life. I guess.
Yo vivo.
Que los pendientes esperen lo que tengan que esperar.
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