Ora sí, ¡¿dónde está la party?!
Pues ya.
Que acabo de terminar de enviar mi tesis.
Porque...
Y bueno, que todavía falta el Vo.Bo. de la tutora y las lecturas por parte de otras personas, pero al menos el documento ya se fue.
Aun me faltan un par de materias por cursar pero, papitas. El año entrante me estaré graduando porque pretendo seguirle de una materia por semestre. Y podría tomar, por supuesto, una materia en el verano y otra de agosto a diciembre, pero ¿cuál es la prisa?
Changos.
Recuerdo todas las veces que estuve a punto de mandar a la chingada todo en momentos de frustración, a veces por la falta de tiempo, por inseguridad y mayormente por problemas de dinero, y Fefé al lado, asegurándome que no era opción, que así tuviéramos que vender su auto o lo que hiciera falta, yo iba a seguir con mi escuela, que las cosas se arreglarían y no tendría yo más dificultades con todo esto.
Y sí. No fue necesario vender nada y las cuestiones económicas se arreglaron (ayer precisamente).
Estamos en una racha de no me la creo.
Mi madre, recientemente, recibió un regalo hermoso, que le ha cambiado la vida. A todos en casa.
Fefé también logró arreglar una demanda laboral pendiente.
Yo sigo con trabajo, pese a todo, aunque eso nunca es seguro, pero al menos parece que seguiré hasta que este año saque Harry su secundaria y yo termine de pagar la maestría.
Mis hermanos con trabajo y salud, mi hermana ya asentada en su nueva vida en el Chuco, mis sobrinos y sobrinas estudiando, mis padres con salud y planes.
Si no me sintiera tan contenta, me ganaría el pequeño miedo que se atreve a asomarse cuando las cosas suelen ir bien.
Me permito respirar un poco y teclear bajo el techo de mi cochera, tomarme otro café, fumarme un cigarro y escuchar la música más bella del universo, la que Harry escribió este día.
Y ora sí...
¡¿Dónde está la partyyyyyyy?!
(Y por party me refiero a Netflix)
Que acabo de terminar de enviar mi tesis.
Porque...
Y bueno, que todavía falta el Vo.Bo. de la tutora y las lecturas por parte de otras personas, pero al menos el documento ya se fue.
Aun me faltan un par de materias por cursar pero, papitas. El año entrante me estaré graduando porque pretendo seguirle de una materia por semestre. Y podría tomar, por supuesto, una materia en el verano y otra de agosto a diciembre, pero ¿cuál es la prisa?
Changos.
Recuerdo todas las veces que estuve a punto de mandar a la chingada todo en momentos de frustración, a veces por la falta de tiempo, por inseguridad y mayormente por problemas de dinero, y Fefé al lado, asegurándome que no era opción, que así tuviéramos que vender su auto o lo que hiciera falta, yo iba a seguir con mi escuela, que las cosas se arreglarían y no tendría yo más dificultades con todo esto.
Y sí. No fue necesario vender nada y las cuestiones económicas se arreglaron (ayer precisamente).
Estamos en una racha de no me la creo.
Mi madre, recientemente, recibió un regalo hermoso, que le ha cambiado la vida. A todos en casa.
Fefé también logró arreglar una demanda laboral pendiente.
Yo sigo con trabajo, pese a todo, aunque eso nunca es seguro, pero al menos parece que seguiré hasta que este año saque Harry su secundaria y yo termine de pagar la maestría.
Mis hermanos con trabajo y salud, mi hermana ya asentada en su nueva vida en el Chuco, mis sobrinos y sobrinas estudiando, mis padres con salud y planes.
Si no me sintiera tan contenta, me ganaría el pequeño miedo que se atreve a asomarse cuando las cosas suelen ir bien.
Me permito respirar un poco y teclear bajo el techo de mi cochera, tomarme otro café, fumarme un cigarro y escuchar la música más bella del universo, la que Harry escribió este día.
Y ora sí...
¡¿Dónde está la partyyyyyyy?!
(Y por party me refiero a Netflix)
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