Por alguna razón (por ñoños) en todas las reuniones sociales en las que participo, una vez que hace efecto el etanol (o sin él, porque somos unos ñoños) se mencionan algunas de las caricaturas de la infancia, canciones de introducción incluídas con el plus de algunas imitaciones, cortesía de mis amistades talentosas.
Por supuesto, hablar de caricaturas ochenteras es hablar del Tata.
Apenas el sábado pasado, en ese momento de la noche en que la ñoñez nos rebasa, hacíamos por enésima vez el listado de los episodios favoritos de Don Gato y su pandilla junto con las infaltables y chafísimas imitaciones.
¿Es raro estar un poquito triste por la muerte de este desconocido habiendo tanta más tragedia alrededor?

Comentarios

Juano dijo…
Anda por las redes sociales una imagen de Benito Bodoque sentando dando la espalda y abrazando una peluca canosa, debajo la leyenda "No te vayas... Te traje un Cocol..." La neta que hasta las tripas se me movieron... Ñoño sí! Trabajo me ha costado! :)
Será que tal vez no era un desconocido. A lo mejor no lo es alguien cuya voz te acompañó toda la infancia.

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