Días de asaltos y sobresaltos.
De conocer asaltados y asaltantes.
De meter y quitar manos en el fuego.
De llorar por el golpeado y llorar por el encerrado.
Son días confusos.
No hay un "aquí están los buenos y allá están los malos".
Tampoco hay garantías, ni referencias, ni horarios libres de riesgos, ni lugares a salvo.
Los demonios salen como nuestras sombras.
Junto a nuestras sombras.
Son nuestras sombras.
¿Somos?

* * * * *
Y termina la semana con el asesinato del esposo de una buena amiga.

Comentarios

Unknown dijo…
Días "normales".
Y eso es lo malo, que toda esta situación se nos haga normal ya.
Cuídate, luego nos leemos.
Ser Filosofista dijo…
Los demonios salen como nuestras sombras.
Junto a nuestras sombras.
Son nuestras sombras.
¿Somos?


Tan certero como poético.
SandyGallia dijo…
Ay no sé que somos...

un abrazo Y_Y

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