Eso de hacer otra cosa mientras estoy en mi clase de los lunes, aunque primero empezó como evasión ahora ya es parte de una metodología muy eficiente de trabajo.
No puedo hacer tareas ni efectuar lecturas en mi casa. Demasiada soledad y silencio me impiden concentrarme. Sin embargo puedo hacerlo perfectamente mientras espero en el consultorio de la dentista, mientras espero un cambio de luz en el semáforo, cuando espero a mi madre que salga de trabajar, cuando me toca ir por los niños a la escuela, mientras hago fila en el banco... pero era insuficiente así que decidí hacer las tareas cuando estoy en clases. Por ejemplo el lunes y el martes hice las lecturas que debía llevar el miércoles. El miércoles, después de aportar una opinión, me puse a escribir el borrador de un ensayo para el lunes. El jueves preparé los temas de una exposición de la próxima semana. Y funciona, de verdad. No sé cómo pero puedo concentrarme ¡y hasta hago comentarios interesantes! El que hice el miércoles fue recibido por el profesor como "Excelente crítica, de hecho esas mismas observaciones fueron hechas por Jakobson y Chomsky al trabajo de Saussure." Bolas, dije yo, ora resulta que si pongo un chingo de atención no entiendo y si medio atiendo, ¡comparan mis opiniones con las de Chomsky!
Qué chido, por eso he seguirlo haciendo (aunque mi crítica a Saussure fue hecha ligeramente tarde, nomás noventa años después) y a ver cómo me va con el ensayo del lunes porque el borrador que hice el miércoles, cuando llegué a la casa a trabajarlo y lo releí sólo pude pensar en que el churro que se fumó el bato de al lado, me afectó seriamente.
Gajes del oficio estudiantil.
Ensayo teológico.
No puedo hacer tareas ni efectuar lecturas en mi casa. Demasiada soledad y silencio me impiden concentrarme. Sin embargo puedo hacerlo perfectamente mientras espero en el consultorio de la dentista, mientras espero un cambio de luz en el semáforo, cuando espero a mi madre que salga de trabajar, cuando me toca ir por los niños a la escuela, mientras hago fila en el banco... pero era insuficiente así que decidí hacer las tareas cuando estoy en clases. Por ejemplo el lunes y el martes hice las lecturas que debía llevar el miércoles. El miércoles, después de aportar una opinión, me puse a escribir el borrador de un ensayo para el lunes. El jueves preparé los temas de una exposición de la próxima semana. Y funciona, de verdad. No sé cómo pero puedo concentrarme ¡y hasta hago comentarios interesantes! El que hice el miércoles fue recibido por el profesor como "Excelente crítica, de hecho esas mismas observaciones fueron hechas por Jakobson y Chomsky al trabajo de Saussure." Bolas, dije yo, ora resulta que si pongo un chingo de atención no entiendo y si medio atiendo, ¡comparan mis opiniones con las de Chomsky!
Qué chido, por eso he seguirlo haciendo (aunque mi crítica a Saussure fue hecha ligeramente tarde, nomás noventa años después) y a ver cómo me va con el ensayo del lunes porque el borrador que hice el miércoles, cuando llegué a la casa a trabajarlo y lo releí sólo pude pensar en que el churro que se fumó el bato de al lado, me afectó seriamente.
Gajes del oficio estudiantil.
Comentarios
Haré el test, veremos, veremos.
Ahora entiendo...
Felicidades por el metodo, te esta funcionando no? y el churro, el churro no lo rechaze, al contrario, como dijera el gran filosofo de mexicalpan de las tunas Alejandro Lora: "presta para andar iguaaaal ..."
Yo soy retecompartida.