Habilidades culinarias
O coger y comer
Hace unos días tuve reunión con las compas del jale. El pretexto fue ir a visitar a una amiguita que estaba peor de jodida que yo. A Normita la tuvieron que operar y todo el traste. Esta vez fuimos unas pocas más que en las reuniones anteriores, la ocasión lo ameritaba.
Como siempre, las charlas del trabajo, los últimos chismes, y para no variar, los mismos temas recurrentes, uno de ellos: el sexo.
Comencé a elaborar una teoría en cuanto a mujeres casadas, cocina y sexo. Veamos los sujetos a investigación:
* Edy, excelente cocinera. Su vida gira, además de sus dos trabajos, a la cocina. Solía llevar grandes cantidades de comida a la hora del almuerzo al trabajo. Nos vendía pasteles, burritos, empanadas deliciosas... ¿y el sexo? Todos los días. Cumplidita la muchacha.
* Luly, maestra de inglés. Recién casada. Llevó los frijoles charros a la reunión y se disculpó porque la cebolla la puso al final y a los frijoles les faltaba sal... ¿y el sexo? Sólo cuando no le gana a su marido en llegar a la cama y fingirse dormida.
* Yo. No estoy recién casada. Cocino cuando puedo, cuando me late, cuando traigo alguna idea en la cabeza, cuando me encuentro alguna receta nueva y cuando cocino no me sale tan mal, la verdad... ¿y el sexo? Mmmmm..... ustedes ya saben cómo está esto de los horarios de trabajo incompatibles...
Mi pregunta es: ¿qué es primero: la cocina y luego el sexo? o viceversa... ¿"Cocino, luego sexo"? ¿Estoy sexualmente satisfecha por lo tanto cocino? ¿Cocino delicioso por lo tanto me dan ganas de sexar?
Esto me tiene sin sueño.
Agradezco su ayuda para esta investigación.
P.D. Si bien es cierto que no cocino a menudo, soy sumamente creativa e innovativa. Lo juro.
Otra P.D. Y hablando del bien coger, no se puede dejar a un lado el bien amar. Ahí les dejo un buscador del Amor... tiruriruri...
La casita de Norma
Yo sabía que Normita vivía en un departamento al que decía no poder invitarnos por el problema del espacio. Me llevé un chasco cuando llegué. ¡Madre santa! La casa era una mansión. Enoooooorme. Normita nos invitó a conocer hasta el sótano, el cual es aproximadamente cuatro veces más grande que mi casa. Ya después me lo explicó: ésa es la casa de su papá. Está ahí mientras se recupera de su operación. Su departamento sigue igual de diminuto.
Viendo la casa decidimos que un día formaríamos una comuna. Nos repartimos cuartos y todo.
Eso sí, a la ninfómana de Edy, ni quien la quiera en la casa. Al sótano con todo y orgasmos.
Hace unos días tuve reunión con las compas del jale. El pretexto fue ir a visitar a una amiguita que estaba peor de jodida que yo. A Normita la tuvieron que operar y todo el traste. Esta vez fuimos unas pocas más que en las reuniones anteriores, la ocasión lo ameritaba.
Como siempre, las charlas del trabajo, los últimos chismes, y para no variar, los mismos temas recurrentes, uno de ellos: el sexo.
Comencé a elaborar una teoría en cuanto a mujeres casadas, cocina y sexo. Veamos los sujetos a investigación:
* Edy, excelente cocinera. Su vida gira, además de sus dos trabajos, a la cocina. Solía llevar grandes cantidades de comida a la hora del almuerzo al trabajo. Nos vendía pasteles, burritos, empanadas deliciosas... ¿y el sexo? Todos los días. Cumplidita la muchacha.
* Luly, maestra de inglés. Recién casada. Llevó los frijoles charros a la reunión y se disculpó porque la cebolla la puso al final y a los frijoles les faltaba sal... ¿y el sexo? Sólo cuando no le gana a su marido en llegar a la cama y fingirse dormida.
* Yo. No estoy recién casada. Cocino cuando puedo, cuando me late, cuando traigo alguna idea en la cabeza, cuando me encuentro alguna receta nueva y cuando cocino no me sale tan mal, la verdad... ¿y el sexo? Mmmmm..... ustedes ya saben cómo está esto de los horarios de trabajo incompatibles...
Mi pregunta es: ¿qué es primero: la cocina y luego el sexo? o viceversa... ¿"Cocino, luego sexo"? ¿Estoy sexualmente satisfecha por lo tanto cocino? ¿Cocino delicioso por lo tanto me dan ganas de sexar?
Esto me tiene sin sueño.
Agradezco su ayuda para esta investigación.
P.D. Si bien es cierto que no cocino a menudo, soy sumamente creativa e innovativa. Lo juro.
Otra P.D. Y hablando del bien coger, no se puede dejar a un lado el bien amar. Ahí les dejo un buscador del Amor... tiruriruri...
La casita de Norma
Yo sabía que Normita vivía en un departamento al que decía no poder invitarnos por el problema del espacio. Me llevé un chasco cuando llegué. ¡Madre santa! La casa era una mansión. Enoooooorme. Normita nos invitó a conocer hasta el sótano, el cual es aproximadamente cuatro veces más grande que mi casa. Ya después me lo explicó: ésa es la casa de su papá. Está ahí mientras se recupera de su operación. Su departamento sigue igual de diminuto.
Viendo la casa decidimos que un día formaríamos una comuna. Nos repartimos cuartos y todo.
Eso sí, a la ninfómana de Edy, ni quien la quiera en la casa. Al sótano con todo y orgasmos.
Comentarios
Ajem.
Nadie duda de que seas innovadora =P
Pero bueno, si como primero, me da sueño y luego ya no sexeo. Si sexeo primero, me de sueño y que weba levantarme a cocinar. Creo que mi vida sexual esta muy poco ligada a la comida... me voy a releer "Afrodita" de la Allende, a ver si se me levanta y vincula el libido culinario, (ya es bien sabido que el libido regular lo traigo por lo general bastante bien parado).
seeeeh...
hagamos chiquero!