La diferencia
Tengo un hijo que me dice "¿Cómo vas a andar de tiempo mañana para que podamos ver una película?" y otro al que tuve que decirle ayer "¡¿CÓMO DE QUE NO ME HABÍAS DICHO QUE ERES EL PROTAGONISTA DE UNA OBRA Y QUE CONCURSARÁN MAÑANA?!"
Con eso vivo, con William siguiéndome a la sala, a la cocina, a mi recámara para contarme lo que vio, escuchó o leyó, y con Harry, a quien debo ir a tocarle la puerta de su cuarto cada media hora para solicitar el favor de su presencia.
Fefé suele preocuparse por la salud mental y emocional de los hijos mucho más que yo. Le preocupa que alguno esté fermentando alguna depresión y nosotros no nos demos cuenta. Se preocupa sobre todo por Harry. Y lo entiendo, pero su carácter es tan particular que tal vez no debiera preocuparse tanto.
Harry no ha sido, como William, muy amiguero, sino más bien de tener un mejor amigo. Yo puedo ubicar perfectamente a los que ha tenido a lo largo de su paso por la guardería, el kinder, la primaria y ahora la secundaria. Solía ser inquieto, de estarse remolineando en su lugar, levantándose por el lápiz que se le cayó, cantando bajito para sí mismo... pero no platicador como lo fue y lo sigue siendo William. Ahora, en plena entrada a la adolescencia, no sólo ha mantenido sus hábitos sociales, además busca privacidad. Y con una madre como yo, que lo graba a escondidas cuando canta o les anda compartiendo aquí sus videos, puedo comprenderlo perfectamente.
William tuvo su etapa de estar encerrado en su cuarto y luego que salió, cabrón, recargó energía para no dejar de hablar. Y Harry, aunque es cierto que es más mesurado, también es cierto que cuando hay ocasión, cuando algo le interesa mucho o cuando se arma el debate, platica hasta que se/nos cansa.
Quiero pensar que no tenemos motivos de preocupación, pero dadas ciertas condiciones como su TDAH y hasta los pinches genes, tendremos que estar alertas.
Sin embargo no me voy a angustiar. Mejor disfrutaré de la individualidad de ambos, de los chistes de William y de las pláticas profundas de Harry, de las carcajadas de ambos con tonterías y de esos momentos en que pese a sus diferencias, los dos se unen para hacer cosas maravillosas.
Con eso vivo, con William siguiéndome a la sala, a la cocina, a mi recámara para contarme lo que vio, escuchó o leyó, y con Harry, a quien debo ir a tocarle la puerta de su cuarto cada media hora para solicitar el favor de su presencia.
Fefé suele preocuparse por la salud mental y emocional de los hijos mucho más que yo. Le preocupa que alguno esté fermentando alguna depresión y nosotros no nos demos cuenta. Se preocupa sobre todo por Harry. Y lo entiendo, pero su carácter es tan particular que tal vez no debiera preocuparse tanto.
Harry no ha sido, como William, muy amiguero, sino más bien de tener un mejor amigo. Yo puedo ubicar perfectamente a los que ha tenido a lo largo de su paso por la guardería, el kinder, la primaria y ahora la secundaria. Solía ser inquieto, de estarse remolineando en su lugar, levantándose por el lápiz que se le cayó, cantando bajito para sí mismo... pero no platicador como lo fue y lo sigue siendo William. Ahora, en plena entrada a la adolescencia, no sólo ha mantenido sus hábitos sociales, además busca privacidad. Y con una madre como yo, que lo graba a escondidas cuando canta o les anda compartiendo aquí sus videos, puedo comprenderlo perfectamente.
William tuvo su etapa de estar encerrado en su cuarto y luego que salió, cabrón, recargó energía para no dejar de hablar. Y Harry, aunque es cierto que es más mesurado, también es cierto que cuando hay ocasión, cuando algo le interesa mucho o cuando se arma el debate, platica hasta que se/nos cansa.
Quiero pensar que no tenemos motivos de preocupación, pero dadas ciertas condiciones como su TDAH y hasta los pinches genes, tendremos que estar alertas.
Sin embargo no me voy a angustiar. Mejor disfrutaré de la individualidad de ambos, de los chistes de William y de las pláticas profundas de Harry, de las carcajadas de ambos con tonterías y de esos momentos en que pese a sus diferencias, los dos se unen para hacer cosas maravillosas.
(Harry en voz y guitarra, William en el ukulele)
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UPDATE:
"Perdimos el concurso de teatro, mamá.......... No te creas, ganamos el nivel de zona y vamos a tener que ir a participar a otra ciudad, qué flojera."
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