You go down smooth
Me gusta escuchar a mis hijos hablar de música, de músicos y de bandas.
Me recuerda cuando yo tenía tiempo de escuchar la radio, leer revistas y hasta aprenderme las canciones.
En ese aspecto, el internet nos cambió la vida a los adolescentes que fuimos cuando encontramos las primeras páginas dedicadas a letras de canciones. Pero era todo lo que podíamos conseguir.
Ahora los hijuelos disfrutan de bastantes más facilidades, incluyendo programas para poder editar la música que ellos mismos componen.
Entre las limitaciones de tiempo y mis gustos musicales, sufro para encontrar música nueva que me guste.
Si la música que tengo en mi computadora fueran viniles, ya estarían intocables de tanto ponerlos.
Cuando, hace ya algunos años escuché a Amy Winehouse, dejé de sentir que vivía en la época equivocada. Y bueno, no que lo que cantaba fuera precisamente contemporáneo, pero al menos fue una indicación de que podía hallar cosas interesantes y actuales.
(¿Les he platicado alguna vez que hace unos años Fefé, mi comadre y yo compramos boletos para Coachella porque iba a estar Amy Winehouse y al final no la dejaron entrar al país y mejor ya no fuimos porque nada más queríamos verla a ella y porque somos unos ancianos que no íbamos a poder aguantar tres días de desmadre, sol, tierra y ruido?)
Posteriormente, mi compa V, me compartió un disco de Adele. Y volví a entusiasmarme.
En el camino se nos murieron Amy y Lhasa, a quien también aprecié mucho.
Pero se me acaba muy pronto la música. Y no tengo paciencia para estar escuchando grupos nuevos.
Algo me llega de repente, como Zaz y me enamoro. Pero es raro que suceda.
Y cuando pasa, me emociona harto.
Hace unas semanas estaba viendo un especial sobre Inside Llewin Davis en la tele - ¡porque la película no va a llegar nunca, demonios!- y despuecito comenzó un concierto inspirado en la música de la película.
Me tuve que chutar a Mumford and Sons un ratín, pero iba a salir también Joan Baez y quería escucharla.
(Por cierto, lo único que me gusta de Mumford and Sons es este video)
Y después de Mumford, sucedió de nuevo.
Apareció esta banda y me volví a emocionar:
No soy tan viejita como a veces asumo, después de todo.
O tal vez me sigue gustando lo viejito con un toque de novedad.
Disfruten.
Es lunes y ando de buenas.
Me recuerda cuando yo tenía tiempo de escuchar la radio, leer revistas y hasta aprenderme las canciones.
En ese aspecto, el internet nos cambió la vida a los adolescentes que fuimos cuando encontramos las primeras páginas dedicadas a letras de canciones. Pero era todo lo que podíamos conseguir.
Ahora los hijuelos disfrutan de bastantes más facilidades, incluyendo programas para poder editar la música que ellos mismos componen.
Entre las limitaciones de tiempo y mis gustos musicales, sufro para encontrar música nueva que me guste.
Si la música que tengo en mi computadora fueran viniles, ya estarían intocables de tanto ponerlos.
Cuando, hace ya algunos años escuché a Amy Winehouse, dejé de sentir que vivía en la época equivocada. Y bueno, no que lo que cantaba fuera precisamente contemporáneo, pero al menos fue una indicación de que podía hallar cosas interesantes y actuales.
(¿Les he platicado alguna vez que hace unos años Fefé, mi comadre y yo compramos boletos para Coachella porque iba a estar Amy Winehouse y al final no la dejaron entrar al país y mejor ya no fuimos porque nada más queríamos verla a ella y porque somos unos ancianos que no íbamos a poder aguantar tres días de desmadre, sol, tierra y ruido?)
Posteriormente, mi compa V, me compartió un disco de Adele. Y volví a entusiasmarme.
En el camino se nos murieron Amy y Lhasa, a quien también aprecié mucho.
Pero se me acaba muy pronto la música. Y no tengo paciencia para estar escuchando grupos nuevos.
Algo me llega de repente, como Zaz y me enamoro. Pero es raro que suceda.
Y cuando pasa, me emociona harto.
Hace unas semanas estaba viendo un especial sobre Inside Llewin Davis en la tele - ¡porque la película no va a llegar nunca, demonios!- y despuecito comenzó un concierto inspirado en la música de la película.
Me tuve que chutar a Mumford and Sons un ratín, pero iba a salir también Joan Baez y quería escucharla.
(Por cierto, lo único que me gusta de Mumford and Sons es este video)
Y después de Mumford, sucedió de nuevo.
Apareció esta banda y me volví a emocionar:
No soy tan viejita como a veces asumo, después de todo.
O tal vez me sigue gustando lo viejito con un toque de novedad.
Disfruten.
Es lunes y ando de buenas.
Comentarios
Que tal Chak? de el solo conozco un disco, no se si luego saco mas.
Te dejo tambien de tarea a Kafka Jones.
No te garantizo nada, pero a mi me gustan