En el Chuco
Una vez al año hacemos el éxodo tradicional de toda la raza de frontera para ir al Chuco por los crismas guifs y la ropa de temporada.
Pese a que la frontera me queda a un poco más de 300 km., aun así nos resulta favorecedor el tipo de cambio. Más o menos en el cuarto regalo comenzamos a ver el ahorro que supone comprar algunas cosas allá, considerando claro los gastos de gasolina, casetas y demás.
(Iniciando mayo también hacemos otro viaje, el de la ropa de verano. Durante mucho tiempo tiempo compré ropa en México y hecha en México, pero la verdad es que no soy rica, así que hay que comprar en dónde el presupuesto permita).
En estas salidas los enanos siempre nos acompañan. Sería más barato dejarlos aquí, menos agotador para ellos y menos estresante para nosotros, pero la verdad es que nos agrada el bulto que hacen. Son una excelente compañía y uno no sabe lo que se pueden perder en la salidita si se quedaran aquí. Por ejemplo, si se hubieran quedado aquí este fin de semana no les habría tocado ver un coyote a escasos metros de ellos o la lluvia de estrellas anoche. No les habrían surgido mil preguntas que dan lugar a muchas respuestas y discusiones, ni habríamos cantado juntos el disco completo de Aleks Syntek.
Todo esto a cambio de qué... ¿un berrinchito? ¿la retahíla del "ya vamos a llegar"? ¿los "coras" para las máquinas de dulces o de refrescos?
Es el pequeño precio que hay que pagar.
Y hablando de los crismas guifs.
Uno sabe que los hijos están creciendo cuando todos los regalos navideños caben en una bolsita de plástico y todos traen un cable USB incluído.
Pese a que la frontera me queda a un poco más de 300 km., aun así nos resulta favorecedor el tipo de cambio. Más o menos en el cuarto regalo comenzamos a ver el ahorro que supone comprar algunas cosas allá, considerando claro los gastos de gasolina, casetas y demás.
(Iniciando mayo también hacemos otro viaje, el de la ropa de verano. Durante mucho tiempo tiempo compré ropa en México y hecha en México, pero la verdad es que no soy rica, así que hay que comprar en dónde el presupuesto permita).
En estas salidas los enanos siempre nos acompañan. Sería más barato dejarlos aquí, menos agotador para ellos y menos estresante para nosotros, pero la verdad es que nos agrada el bulto que hacen. Son una excelente compañía y uno no sabe lo que se pueden perder en la salidita si se quedaran aquí. Por ejemplo, si se hubieran quedado aquí este fin de semana no les habría tocado ver un coyote a escasos metros de ellos o la lluvia de estrellas anoche. No les habrían surgido mil preguntas que dan lugar a muchas respuestas y discusiones, ni habríamos cantado juntos el disco completo de Aleks Syntek.
Todo esto a cambio de qué... ¿un berrinchito? ¿la retahíla del "ya vamos a llegar"? ¿los "coras" para las máquinas de dulces o de refrescos?
Es el pequeño precio que hay que pagar.
Y hablando de los crismas guifs.
Uno sabe que los hijos están creciendo cuando todos los regalos navideños caben en una bolsita de plástico y todos traen un cable USB incluído.
Comentarios
De verdad vieron un coyote de cerquita???
Todavía: y hay muchas maravillas que se viven cuando no se tienen hijos también. Lo importante es estar satisfecho.
Y sí! el coyote estaba cruzando la calle! Lo comencé a llamar y se movía inquieto, como con intención de cruzar (había muchas liebres cerca) pero dejé de hacerlo por los autos que pasaban. Era realmente hermoso.
Nunca lo he usado. Siempre nos ha tocado el semáforo en verde. Y pues si nos tocara, tampoco compramos grandes cantidades de artículos caros. Nomás una vez al año.
Yo recuerdo los viajes en el caroo con mi padre, por la republica, ah que bonitos recuerdos, de segur tus hijos los verán asi...
quiero agradecerte por que apesar de la distancia estuviste muy cerca de mi en estos meses, comprendiendo cada paso que daba y echandome porras. y ahora festejando conmigo que todo quedo en un susto. Gracias!!!!!!!!!
Ann, qué agradeces.. qué bueno que estás bien... dar esa noticia es lo que se agradece.
Eso de ponerle caras a los bytes esta chido...