Diario:

Ya tuve mi segunda clase de natación.
Parece que Fefé y yo somos los menos ineptos de la clase. Acaso tendré algún talento oculto a punto de ser descubierto?
El instructor se ha vuelto un poco más estricto, pero además de nadar de flecha y hacer bucitos, no hemos hecho más.
Me desesperan un poco mis compañeritos, que son lentos y no aguantan nada.
O sea que se puede tener peor condición física que la mía. Yo no lo creía posible.
Pensé que hoy me parecería más fácil salir de la alberca, pero no fue así.
Llegamos a casa con un haaaaaaaaambre...
No creo que sea muy fácil dejar la harina y el azúcar en estos momentos.

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