A como yo lo veo
este 35/36 por cierto sólo nos indica un par de cosas: no sabemos dónde estamos ni qué rumbo deseamos llevar.
Kabeza ya hizo en su blog una biografía política que al parecer, muchos visitantes compartimos.
Cada uno tiene su propia historia personal, de descubrimientos, de decepciones y de certezas.
Cabría suponer que vamos creciendo en muchos sentidos.
¿Cómo se crece políticamente?
Hay quienes heredan creencias y elecciones.
Otros las van desarrollando.
Muchos naufragamos entre la información y la desinformación.
Pero un día alguien toma un periódico, lo lee y se da cuenta que las cosas no son lo que parecen.
Entonces se asoma al mundo y decide que lo que ha aprendido es insuficiente.
Así que sigue leyendo. En el camino se encuentra con que hay luchas afuera que no se había imaginado. Que hay personas inconformes, que no aceptan el status quo. Y se asoma y encuentra esa intertextualidad que sólo conocía en los libros, en la vida cotidiana.
Entonces sabe quién está en la lucha, quién defiende qué y a qué precio.
Un día, lo que ha leído y vivido le parecerá insuficiente.
Los actores políticos le parecerán insuficientes. Se harán necesarias más maniobras que sólo votar, no votar o anular.
Tal vez en ese momento surja una verdadera alternativa, porque estaremos en el lugar correcto, desde el cual estaremos seguros de qué rumbo deseamos que tome nuestro país.
Puede ser que entonces la democracia sea posible y seamos capaces de educar para que la iniciativa de los cambios que necesitamos, nazcan del lugar donde se requieren.
Pero muchos aún vivimos tras la ventana. Y no conseguimos ver ni siquiera la necesidad del vecino.
Hay que leer.
Kabeza ya hizo en su blog una biografía política que al parecer, muchos visitantes compartimos.
Cada uno tiene su propia historia personal, de descubrimientos, de decepciones y de certezas.
Cabría suponer que vamos creciendo en muchos sentidos.
¿Cómo se crece políticamente?
Hay quienes heredan creencias y elecciones.
Otros las van desarrollando.
Muchos naufragamos entre la información y la desinformación.
Pero un día alguien toma un periódico, lo lee y se da cuenta que las cosas no son lo que parecen.
Entonces se asoma al mundo y decide que lo que ha aprendido es insuficiente.
Así que sigue leyendo. En el camino se encuentra con que hay luchas afuera que no se había imaginado. Que hay personas inconformes, que no aceptan el status quo. Y se asoma y encuentra esa intertextualidad que sólo conocía en los libros, en la vida cotidiana.
Entonces sabe quién está en la lucha, quién defiende qué y a qué precio.
Un día, lo que ha leído y vivido le parecerá insuficiente.
Los actores políticos le parecerán insuficientes. Se harán necesarias más maniobras que sólo votar, no votar o anular.
Tal vez en ese momento surja una verdadera alternativa, porque estaremos en el lugar correcto, desde el cual estaremos seguros de qué rumbo deseamos que tome nuestro país.
Puede ser que entonces la democracia sea posible y seamos capaces de educar para que la iniciativa de los cambios que necesitamos, nazcan del lugar donde se requieren.
Pero muchos aún vivimos tras la ventana. Y no conseguimos ver ni siquiera la necesidad del vecino.
Hay que leer.
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