Esta mañana Lucky se veía muy feliz y satisfecho: había conseguido servirse croquetas él solo y además atrapó una cucaracha que entró incautamente a la casa.
Yo de ambas cosas me siento muy orgullosa. Más de lo segundo que de lo primero.
Afrontémoslo: mi gato es un sopenco inútil.
Y estoy más orgullosa de que se haya servido croquetas, porque yo intenté que mis hijos fueran autónomos e independientes desde el año de edad, pero nunca fueron capaces de servirse cereal sin tirarlo. Ni ahora. Y eso que les compraba fruty lupis, que aunque le daban alergia a William, era el más fácil de limpiar.
Lo de atrapar la cucaracha no me impresiona mucho. Los niños fueron capaces de tragarse hormigas, arañas y cualquier cosa patienta, desde que gateaban. Pura proteína.
Pero al menos mi gato ha decidido ser idependiente. Sacar su parte salvaje y civilizada. Y cómo no, con esta humana desentendida.
Lo que no ha aprendido, aunque no le falta mucho, es llamar por teléfono a la Sociedad Protectora de Animales.
Yo de ambas cosas me siento muy orgullosa. Más de lo segundo que de lo primero.
Afrontémoslo: mi gato es un sopenco inútil.
Y estoy más orgullosa de que se haya servido croquetas, porque yo intenté que mis hijos fueran autónomos e independientes desde el año de edad, pero nunca fueron capaces de servirse cereal sin tirarlo. Ni ahora. Y eso que les compraba fruty lupis, que aunque le daban alergia a William, era el más fácil de limpiar.
Lo de atrapar la cucaracha no me impresiona mucho. Los niños fueron capaces de tragarse hormigas, arañas y cualquier cosa patienta, desde que gateaban. Pura proteína.
Pero al menos mi gato ha decidido ser idependiente. Sacar su parte salvaje y civilizada. Y cómo no, con esta humana desentendida.
Lo que no ha aprendido, aunque no le falta mucho, es llamar por teléfono a la Sociedad Protectora de Animales.
Comentarios