Y que se nos gradúa el chamaco
Somos los orgullosos padres de una criatura que este año inicia su educación secundaria.
Ayer fui a ver resultados del examen de ingreso.
Oprima aquí para el efecto.
Y que sí queda en la secundaria que queríamos.
Otro efecto, aquí.
Y que queda en la tarde.
Otro más, aquí.
A mí el turno vespertino no me agrada muchote que digamos.
Me parece que ese turno relega un poco a los niños y las niñas. Perdón, jóvenes.
Además es un poco más difícil conseguir estar concentrado después de la comida, sobre todo en temporada veraniega, con el calorón y la poca utilidad de los aires acondicionados que funcionan sin agua a mediodía.
Y las actividades extraescolares son tradicionalmente realizadas por las tardes y no siempre existe en el turno matutino la opción para los de la tarde. En mis tiempos así era.
Yo estuve en la mañana y la verdad poco me interesaba estar en el equipo de básket o de ajedrez o de oratoria, así que fui un desperdicio en ese sentido.
Pero a William sí le interesa.
En la primaria participó en varios torneos de ajedrez y alguna vez en atletismo. Estuvo un tiempo en el equipo de soccer pero lo cambió por el futbol americano. Luego lo amenacé y le dije que yo no era chofer de nadie y que eligiera una sola cosa. Optó por el americano. Tristemente su equipo entrena temprano por las tardes y ya que entre a la secundaria no podrá seguir asistiendo.
Así tristeábamos ayer respecto a los resultados y al mismo tiempo celebrábamos porque la secundaria que elegimos no es muy grande, sólo aceptaron 360 chicos y chicas, en los dos turnos y haber sido aceptado entre las muchas fichas que se repartieron, es realmente para festejar.
Sin embargo ayer mismo puse manos a la obra. Me informé sobre otro equipo de futbol americano que entrena cerca de la casa, que tiene un cobro de inscripción mínimo y es el único pago que se hace, que pertenece a una institución muy grande y que entrena por las tardes-noches.
William aceptó que lo cambiara, siempre y cuando fuera después del término de esta temporada. Y además comenzó a ver las ventajas que ofrece estar en la tarde: no levantarse de madrugada, poder tomar un camión y llegar sin tantas prisas, no sufrir los fríos del invierno...
También yo comienzo a verlo así.
Pienso que es una oportunidad que se puede aprovechar para que William sea más autónomo.
(Y para que yo no me tenga que levantar tan temprano por las mañanas)
Ahora que lo pienso, hasta me parece bonito esto.
Por lo pronto hay que seguir disfrutando de las vacaciones, que siempre resultan tan cortas e insuficientes. Porque después de esto, no seré ya la mamá de un niño sino de un adolescente de secundaria.
Tengo que prepararme para ello.
Ayer fui a ver resultados del examen de ingreso.
Oprima aquí para el efecto.
Y que sí queda en la secundaria que queríamos.
Otro efecto, aquí.
Y que queda en la tarde.
Otro más, aquí.
A mí el turno vespertino no me agrada muchote que digamos.
Me parece que ese turno relega un poco a los niños y las niñas. Perdón, jóvenes.
Además es un poco más difícil conseguir estar concentrado después de la comida, sobre todo en temporada veraniega, con el calorón y la poca utilidad de los aires acondicionados que funcionan sin agua a mediodía.
Y las actividades extraescolares son tradicionalmente realizadas por las tardes y no siempre existe en el turno matutino la opción para los de la tarde. En mis tiempos así era.
Yo estuve en la mañana y la verdad poco me interesaba estar en el equipo de básket o de ajedrez o de oratoria, así que fui un desperdicio en ese sentido.
Pero a William sí le interesa.
En la primaria participó en varios torneos de ajedrez y alguna vez en atletismo. Estuvo un tiempo en el equipo de soccer pero lo cambió por el futbol americano. Luego lo amenacé y le dije que yo no era chofer de nadie y que eligiera una sola cosa. Optó por el americano. Tristemente su equipo entrena temprano por las tardes y ya que entre a la secundaria no podrá seguir asistiendo.
Así tristeábamos ayer respecto a los resultados y al mismo tiempo celebrábamos porque la secundaria que elegimos no es muy grande, sólo aceptaron 360 chicos y chicas, en los dos turnos y haber sido aceptado entre las muchas fichas que se repartieron, es realmente para festejar.
Sin embargo ayer mismo puse manos a la obra. Me informé sobre otro equipo de futbol americano que entrena cerca de la casa, que tiene un cobro de inscripción mínimo y es el único pago que se hace, que pertenece a una institución muy grande y que entrena por las tardes-noches.
William aceptó que lo cambiara, siempre y cuando fuera después del término de esta temporada. Y además comenzó a ver las ventajas que ofrece estar en la tarde: no levantarse de madrugada, poder tomar un camión y llegar sin tantas prisas, no sufrir los fríos del invierno...
También yo comienzo a verlo así.
Pienso que es una oportunidad que se puede aprovechar para que William sea más autónomo.
(Y para que yo no me tenga que levantar tan temprano por las mañanas)
Ahora que lo pienso, hasta me parece bonito esto.
Por lo pronto hay que seguir disfrutando de las vacaciones, que siempre resultan tan cortas e insuficientes. Porque después de esto, no seré ya la mamá de un niño sino de un adolescente de secundaria.
Tengo que prepararme para ello.
Comentarios
Felicidades al adolescente.
Tengo vacaciones forzadas y amargadas, el piche taxi esta en reparación, además blogger anda haciendo de las suyas, desapareciendo comentarios. En fin.
Es grato leer de tu día a día, espero todo siga bien, a pesar de lo incierta que es la existencia.
Luego nos leemos.
Suerte para tu chamaco!
los botones astan super!
Andrew!ta, pues quién sabe qué tipo de compañeros le toquen. Espero que le mejore el panorama con respecto a las niñas, que las de su grupo en primaria eran unas divas. Nomás con eso. Y si le tocan compañeros clavados, mejor aún, jeje.
Felicidades por tu ingreso a la universidad!
Todavía, yo recuerdo que hubo una época en que los chicos y chicas "cool" estaban en la tarde. Al mal tiempo buena cara supongo y sí que se divertían.
Yo odiaba la escuela de mañana.
Luego mis padres me pusieron de "pupilo" en una escuela (es decir, vivía en ella). Primaria y Secundaria.
Aunque lo recuerdo con simpatía, nunca quise que mis hijos repitieran esa "experiencia".
Por aquí suele utilizarse el llamado "doble turno" = clases a la mañana y a la tarde.
Siempre era bueno el momento de
reunirse... luego de jornadas de estar dispersos.
Tratábamos de ordenar las conversaciones.
Pienso que en la adolescencia es bueno que los jóvenes alternen el estudio con algo de ocio.
Saludos.
Daniel.
Now, the "ijole news:"
i don't know if i like the afternoon shift....i'm sure your son will be fine (kids have a ton of energy!!)...
i'm worry about the teachers....
:)
will they have enough energy?
personally, i'm exhausted after 2pm.
if i were you, i would visit his classroom (without prior notice). if you catch the teacher being a lazy ass, i would complain and change my son to the am shift...
also, check his school work...if you see brainless busy work, hell, talk to the teacher immediately!
i'm sorry for the unsolicited advise....