Chocheando
Veo con trágico desdén el inicio de esta semana.
Después de unos meses de bastante agitación y actividad, tendré finalmente unos días de tranquilidad y no sé si eso sea bueno para mi salud.
La semana pasada salí de la ciudad a dar un taller. Pensé en disfrutar la que sería mi última visita al pueblo donde estamos haciendo la investigación. El viaje estuvo muy bien, la compañía agradable, la comida deliciosa y el taller, muy interesante. El detalle estuvo que esa mañana amanecí sintiéndome ligeramente mal y tomé la sabia decisión de ingerir más agua. Pero después, claro, no de inmediato, o sea, bebí tres cafés por la mañana, eso es casi un litro de agua ¿no? Y ya a medio taller me comencé a sentir muy muy muy mal. Mi acompañante se ofreció a manejar para que yo descansara, pero la verdad es que ella iba bastante nerviosa con los acontecimientos de la semana anterior (fue organizadora del Encuentro y me contó que recibieron cobardísimas amenazas anónimas) y me dio pendiente soltarle el carro. De camino nos detuvimos en una botica donde compré antibióticos y analgésicos, lo que hizo el viaje ligeramente menos doloroso.
Sigo en tratamiento, tomando mucha agua, yerbas y tronquitos que hacen bebidas psicodélicas.
Y con todo hoy desperté con molestias en el estómago.
Fefé dice que fue el salmón, los persimonios y la granada que me cené anoche. Pero yo sé la verdad.
Lo que me hace daño es la perspectiva de inactividad de las próximas tres semanas.
Intento rehabituarme.
Hoy regresé a la cama después de despachar hijos y marido. Estuve viendo esta película y más tarde tal vez me ponga a desarrollar el último ensayo de un curso de especialización que estoy haciendo. También debo terminar de hacerle el traje de Li Shang a William para el festival navideño --no sé coser, pero tengo mucho fomy y una gran cantidad de tubos de silicón--. ¡Ah! Y Harry necesita probarse un disfraz de algún animalillo silvestre porque va a salir en una escenificación de Blanca Nieves, y además al disfraz hay que agregarle sombrero y botas porque van a bailar una canción country. Pachequísimo el asunto. No veo todavía la relación con la temática navideña.
Lo que haré será administrar mis actividades para no sentir que no tengo mucho quehacer y así estar más saludable el viernes que es la posada de las Musas de Botero (anteriormente conocidas como Gordas Golfas).
Pero antes... (la rehabituación va bien) veré una adaptación bien fumada de una obra de Shakespeare que están pasando en la tele --aunque no tan fumada, lo digo con orgullo, como nuestro Hamlet en el Ensamble.
Bonito inicio de semana.
Después de unos meses de bastante agitación y actividad, tendré finalmente unos días de tranquilidad y no sé si eso sea bueno para mi salud.
La semana pasada salí de la ciudad a dar un taller. Pensé en disfrutar la que sería mi última visita al pueblo donde estamos haciendo la investigación. El viaje estuvo muy bien, la compañía agradable, la comida deliciosa y el taller, muy interesante. El detalle estuvo que esa mañana amanecí sintiéndome ligeramente mal y tomé la sabia decisión de ingerir más agua. Pero después, claro, no de inmediato, o sea, bebí tres cafés por la mañana, eso es casi un litro de agua ¿no? Y ya a medio taller me comencé a sentir muy muy muy mal. Mi acompañante se ofreció a manejar para que yo descansara, pero la verdad es que ella iba bastante nerviosa con los acontecimientos de la semana anterior (fue organizadora del Encuentro y me contó que recibieron cobardísimas amenazas anónimas) y me dio pendiente soltarle el carro. De camino nos detuvimos en una botica donde compré antibióticos y analgésicos, lo que hizo el viaje ligeramente menos doloroso.
Sigo en tratamiento, tomando mucha agua, yerbas y tronquitos que hacen bebidas psicodélicas.
Y con todo hoy desperté con molestias en el estómago.
Fefé dice que fue el salmón, los persimonios y la granada que me cené anoche. Pero yo sé la verdad.
Lo que me hace daño es la perspectiva de inactividad de las próximas tres semanas.
Intento rehabituarme.
Hoy regresé a la cama después de despachar hijos y marido. Estuve viendo esta película y más tarde tal vez me ponga a desarrollar el último ensayo de un curso de especialización que estoy haciendo. También debo terminar de hacerle el traje de Li Shang a William para el festival navideño --no sé coser, pero tengo mucho fomy y una gran cantidad de tubos de silicón--. ¡Ah! Y Harry necesita probarse un disfraz de algún animalillo silvestre porque va a salir en una escenificación de Blanca Nieves, y además al disfraz hay que agregarle sombrero y botas porque van a bailar una canción country. Pachequísimo el asunto. No veo todavía la relación con la temática navideña.
Lo que haré será administrar mis actividades para no sentir que no tengo mucho quehacer y así estar más saludable el viernes que es la posada de las Musas de Botero (anteriormente conocidas como Gordas Golfas).
Pero antes... (la rehabituación va bien) veré una adaptación bien fumada de una obra de Shakespeare que están pasando en la tele --aunque no tan fumada, lo digo con orgullo, como nuestro Hamlet en el Ensamble.
Bonito inicio de semana.
Comentarios
Yuju! Ya vi el sobrecito!
eso sí que sería pachequííííísimo.
Que te mejores de tus dolores de estógamo
BigBro: Pon un bló.
Ben: Ya estoy mejor. No hay nada que una buena gomitada no arregle.
De lo de su 'exceso de tiempo libre' yo puedo hacerla bellamente feliz con los analisis de algunas bonitas obras de la literatura británica, por chamba no paramos XD
Clarisimo, ves?
Dime si entendi mal: ¿¿¿Estas tensa porque vas a tener tres semanas de hueva total?????? jijos, si deberias ir a ver un medico, eso no es normal! ;)
Todavía, gracias por la interpretación. Uno no sabe lo que ignora hasta que alguien más lo saca del error.
Y sí debo andar mal. Bueno, siempre lo he sabido: A mí lo saludable me hace daño.
espero encuentres la paciencia que necesitas para sobrellevar el tiempo,
saludos!
Más bien creo que las maestras de mis hijos y en general todas, no fuman y el estrés las va llevando poco a poco al delirio.
Es una teoría.