Dice mi madre que las pesadillas que se tienen la madrugada del viernes, tienen que contarse para que no se hagan realidad.
Yo soñé con sicarios y persecuciones. Soñé que llegaba a casa después de sobrevivir a una persecución y mis hijos no estaban ahí. Los busqué y sólo encontré a uno. El otro había caído en un canal, me dijeron. Dijeron también que había sido un accidente, pero yo sabía bien que no era así.
Desperté porque mi niño del sueño se despertó también, con pesadillas de asesinos que lo perseguían.
Se acurrucó en la cama junto a su papá y pude volver a dormir escuchándolo respirar cerca de mí.
Yo soñé con sicarios y persecuciones. Soñé que llegaba a casa después de sobrevivir a una persecución y mis hijos no estaban ahí. Los busqué y sólo encontré a uno. El otro había caído en un canal, me dijeron. Dijeron también que había sido un accidente, pero yo sabía bien que no era así.
Desperté porque mi niño del sueño se despertó también, con pesadillas de asesinos que lo perseguían.
Se acurrucó en la cama junto a su papá y pude volver a dormir escuchándolo respirar cerca de mí.
Comentarios
que dejen en paz a mis héroes (o sea tus chavos)
Todo está bien pero sí, que chinguen su madre.
saluditos
Ann, las abuelas y las madres son muy sabias. Sobre todo por lo segundo.
Pájaro, tomemos una tacita de té de yerba de San Juan Mejor. Se pone uno más chido, además de la relajada.
Saludos, te deseo mejores sueños a ti y a tus hijos.