Cuando comencé a trabajar en la empresa donde estoy ahora, en el 2010, sabía que iba a viajar bastante. Y la idea me gustaba, así fuera solamente a algunas ciudades dentro de mi estado.
Me gusta manejar en carretera, salirme un poco de la rutina de la oficina, tener un par de horas para perderme en mis pensamientos o para escuchar la música para la que no siempre tengo tiempo.
Alguien me dijo que un día terminaría por cansarme. Por fortuna aun no es así. Todavía me gusta salir, quedarme en algún hotel donde puedo elegir qué programa ver, pedir comida a la habitación y dormir a pierna suelta en una cama sólo para mí.
Pequeños placeres egoístas.
Pero hay algunas cosas que han cambiado.
Fefé entró a trabajar a fines del año pasado y por lo visto él también va a viajar mucho.
Ya no será tan fácil como agarrar mi maletita, que está siempre lista, cuando tengo que salir.
Ahora habrá qué planear.
Febrero nos plantea un gran reto.
Fefé estará yendo y viniendo a California y yo tengo planes tanto dentro como fuera del estado.
Lo bueno es que mis papás no rajan. Y ahora que mi papá ya se jubiló, nos pone las cosas un poco menos difíciles.
No para todos. Harry y William preferirían quedarse en casa, pero somos equipo y apechugan.
Me gusta pensar que todo llega en el momento justo.
Hace unos tres años no podría haber tenido un trabajo como éste, que me gusta y que me da un poco más que para mis chicles.Y además que me da la oportunidad de prepararme un poco más, como con el diplomado del año pasado o la maestría que, ahora sí, este año pretendo retomar.
Para Fefé igual. Con su nuevo trabajo llegó también la resolución que necesitábamos del IMSS por lo de la demanda que metimos el año pasado. Una situación con un accidente de trabajo.
Me gusta que pueda viajar y que me diga que está comiéndose unos ostiones frente a la playa.
(Me gusta más contestarle que el mes que entra yo estaré cenando frente al Mar Caribe. Cosas del trabajo, qué le voy a hacer...)
Me gusta, a pesar de haber sido difícil, que la decisión de cambiar a los hijos de escuela también nos haya favorecido.
Me gusta que tengo un par de hijotes de los que no tengo que preocuparme ya con tareas y trabajos porque se han convertido en expertos organizadores de sus agendas, que saben ser independientes, que siguen interesados en aprender y que aun con las hormonas encima, les agrada hacerse bolas con nosotros en el sillón para ver una película.
Espero haberme portado bien en mis vidas pasadas. Espero estarme portando bien en ésta, porque si no, cuando el karma me lo empiece a cobrar, me va a salir muy muy caro.
Comentarios
suena todo lindo =)
Disfrutalo, los malvados budistas dicen que todo en la vida es movimiento, así que, que bueno que las cosas se muevan
Deseo que este momento dure mucho y que todos tienen que poner de su parte pero lo disfrutan por igual. Mis hijos están peques (4 y 6 años) y a veces el marido y yo nos hacemos bolas, pero todo sale. Siempre pienso que cuando estén un poco más grandes todo cambiará hasta para darme unos gustitos como tú. Estar conmigo un poco más por ejemplo.
Un abrazo, me gusta leerte.