En este día de las madres...

... un recado para los papás:


* Ser mamá no es ningún don o virtud o privilegio concedido. Es una elección personal.

* Ser mamá no me hace mejor o peor persona. No me merezco ningún altar por esto.

* Y ser mamá no es lo único que sé o puedo hacer.

* Que haya cargado nueve meses a mi hijo en el vientre, no implica que yo lo tenga que cargar obligadamente los siguientes.

* No nací programada para cambiar pañales y dar biberones. Aprendí y tú también puedes hacerlo.

* No soy perfecta, ni abnegada, dulce o sacrificada. La maternidad puede sacar lo mejor, pero también lo peor de mí.

* No quiero que me "ayudes" en casa, quiero que colabores. Los dos los hicimos, los dos los atendemos.

* No te pienso premiar o felicitar por hacer en casa lo que es tu deber hacer (pero claro que si lo haces yo estaré menos cansada y por las noches, tendré más ganas).

* No me basta con que hagas lo que te pido. Necesito que hagas las cosas sin pedírtelas, que me quites la carga mental de la domesticidad.

* Tú también puedes ir a juntas escolares o recoger a los niños en la escuela si se enferman.

* Cuando pides autorización para salir de tu trabajo y hacerte cargo de tus responsabilidades como padre, no sólo exiges un derecho que te corresponde; también contribuyes para que mis empleadores dejen de pagarme menos que a los hombres, con el pretexto de que me dan "flexibilidad" para atender situaciones familiares.

* El mejor regalo que puedes darme es la seguridad de que estamos educando a nuestros hijos en igualdad y que trabajamos juntos por un equilibrio en nuestras responsabilidades (y también la pañoleta que vimos el otro día).

* Entre los dos podemos hacer un trabajo mejor y de esta forma, cuando se llegue el día del padre, tu regalo no será menor que el mío, también recibirás besos, flores y poemas. Y yo seré la primera en dártelos.


Un abrazo lleno de admiración en este día, a mis amigas que son madres solteras por encontrar el modo y el tiempo para hacerlo todo. Y a sus familias por apoyarlas.
Un abrazo a mis amigas que están construyendo nuevas formas de relación con sus parejas, hombres o mujeres, y que logran luchar contracorriente, por el amor a sus hijos, para conseguirlo.
Un abrazo a mis amigas que desean ser madres y que aunque no lo consiguen todavía, se saben plenas y completas.
Un abrazo a mis amigas para las que la maternidad no está en sus planes, porque saben que no todas las mujeres ven en ser madres la realización.
Un abrazo a las niñas, víctimas de violaciones, a quienes han obligado a ser madres sin quererlo.
Un abrazo a las mujeres que están en pie de lucha por que se haga justicia por sus hijas muertas.
Un abrazo a las mujeres que sufren calladas las pérdidas de sus hijos en esta guerra.

Un abrazo a mi madre.

Comentarios

Implicada dijo…
Muy conmovida tu felicitación a las madres y no madres

felicidades sin altar :)
Anónimo dijo…
Wow! , hasta ahora desde hace aproximadamente un año había sido un lector silencioso de tu blog. Pero en esta ocasión tengo que publicar mis felicitaciones por este tan bien redactado “decálogo de trece”. Y es que es lo que muchas mujeres que son madres piensan y les falta la claridad para expresarlo tan sencilla pero contundentemente. Y aunque son algunas de las normas no escritas en la relación diaria con mi esposa y mi familia, me emociona verlas plasmadas tan concretamente aquí.

Saludos desde algún lugar del planta.
Juano dijo…
larga vida a las madres!! y mucha mas a la mia!!! espero que te hayas divertido!!!
Gracias, Implicada.

Anónimo, qué bueno que te detuviste un ratito más a platicar. Abrazo a tu esposa y a ti por trabajar juntos en ese proyectote.

Juano, long life!
Unknown dijo…
Como dicen por ahí:
me quedó el saco.
Una lección y un recordatorio, directo como un madrazo en la cara, para los papás que nos hacemos guajes.
Y tú como siempre escribes con MADRE.
Pa´que no te enojes, ¡¡¡FELICIDADES!!!, porque sí.
Luego nos leemos.
Pss, la parte de las felicidades y los regalos sí me gustan! Jajajá!
Anónimo dijo…
lo primero que salio de mi al leer esto fue un 'tiene los dedos llenos de razón' y lo siguiente fueron unos lagrimones tamaño diluvio.

gracias!

felicidades a ti tambien, mis respetos y admiración siempre contigo.
D. dijo…
Hola Ministry:

Te sigo siempre, aunque a veces me abstenga de comentarte, pues muchas veces prefiero leerte.
Como dicen por arriba, es una "buen decálogo de trece".
Da gusto leer este post.
Saludos cordiales.
Daniel.
Ann, espero que hayan sido lagrimones de los buenos, no de los malos.
Gracias.

Daniel, gracias por leerme.
No manches, excelente tu post, de verdad que sí, me encantó!!!!!, mucha razón amiga, de verdad... te mando un abrazote!!!!...
Gracias, apréndete el decálogo de 13, pá cuando regrese Lalo.
todavia dijo…
No quiero que me "ayudes" en casa, quiero que colabores.

Esa es de las más importantes creo yo.



La verdad no soy mucho de 10 de mayo. Pero creo que si se merecn celebrar si dia exigiendo sus derechos.


Fila india al que haya regalado plancas o lavadoras.
Entre más madre-mujer me siento, menos me agradan los festejos.
Raro no?
Kózmica dijo…
Es la primera vez que paso por tu blog y me he encantó. En el post nuevo iba a comentar algo pero este sobre ser madre me cautivó tanto que no pude aguantarme a felicitarte y no por ser mamá, si no por todo lo que dices que creo muchas mujeres pensamos y no dá pena decir o, como en mi caso, apenas seré mamá en 3 meses y ya estoy sintiendo un poco desventaja en muchas cosas.


Saludos!
Ojalá te sirva un poco. Estamos en todísimo el derecho de dialogar, negociar y hasta exigir.
Gracias por comentar.
Anónimo dijo…
Este decálogo de trece debería hacerse tríptico e incluirse en la cartilla de vacunación de todo hombre.
No justifico mi ignorancia, el mundo ya estaba así cuando yo nací, hecho por hombres y para hombres. Por eso me insisto, gracias por enseñarme a ser un mejor ser humano, mi agradecimiento lo demostraré siendo hasta el cansancio tu mejor estudiante y el más claro de los ejemplos para nuestros infantes.

Fefe.
Eso nos decía Simone: así estaba el mundo cuando llegamos a él, por eso hay que cambiarlo. Y qué curioso que have un rato me venía acordando de algo que me dijo un maestro: Pero es que así nos educaron a los hombres, qué podemos hacer...
Y no me dejó contestarle que a las mujeres también nos habían educado así y ahora estábamos haciendo todo lo posible por deseducarnos y aprender de nuevo.
Ojalá que podamos aprender mucho más.

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