De lucha libre

Regularmente no encuentro problemas para hablar con mis hijos (por ahora).
Hasta el momento cualquier tema ha sido fácil de abordar. Con ellos se puede hablar de muchísimas cosas. Hay, claro, temas que prefieren a otros. A Harry, por ejemplo, le gusta mucho hablar de ovnis, de sitios arqueológicos y del fin del mundo. William disfruta hablar de cine, de artistas y de aplicaciones de computadora. A mí me gusta hablar de todo con ellos.
Pero hay un tema que nos ha causado mucho conflicto.
No sé cómo abordarlo.
Y las pláticas no nos salen cómo yo quisiera.
La lucha libre.
Yo me quedé en el Hijo del Santo y el Súper Ratón.
Ahora mis hijos se sientan a ver Raw o Smackdown y no entiendo ni madre de lo que está sucediendo. Parte teatro, parte deporte y mucha pero mucha carne. Y buena carne, por cierto.
Me gusta sentarme con ellos a ver a los luchadores (con sus cosotas y sus cuerpesotes brillantes... mmm...) e intento comentar algo, pero me salen cosas francamente terribles.
Por ejemplo, hace unos meses:
-- No es feo ese Rey Misterio ¿verdad?
-- Eehh... pues... no sé cómo explicarte... bueno... yo creo que yo no puedo opinar mucho al respecto, no sabría decirte, mamá. -- me contestó William.
Y se acabó la plática.
Anoche de nuevo:
-- Como que el Rey Misterio es joven ¿no? (A William le gusta cómo pelea)
-- ¡Claaaaaaaro que no! ¡Si ya tiene como 32 años!
Y me pasó a joder.

He venido a concluir que los papases y las mamases no tienen por qué poder hablar de todo con sus hijos.
Es más sano, para todos, así.

Y hablando de edades, un hasta hoy querido amigo me hizo notar que esta década yo podría entrar al club de las abuelas.
Seguiré el consejo de OGC y como en el Castillo de la Pureza, encerraré a mis hijos los siguientes diez años. ¿O alguien tiene una idea mejor?

Comentarios

Unknown dijo…
Ojala pudiéramos hablar el mismo lenguaje que ellos, sin avergonzarlos o dándoles la impresión de que definitivamente no se puede hablar de nada con nosotros, sus padres. Quiza el genuino interés, tan arraigado, se convierte en un estorbo, al intentar ser presencia principal en el mayor número de situaciones en sus vidas. Son personas, con algunas características, físicas y emocionales, similares a las nuestras, pero totalmente distintos a los que somos sus progenitores.
En lo que respecta a la lucha, a ellos no les importa nada, si el luchador es guapo o feo, joven o ya veterano, el gusto viene de que tan bien se la rife.
todavia dijo…
Donde quedaron esos heroes corpulentos, con cuerpo de perro atropellado y abandonado dos semanas bajo el calor del sol, como el Santo, Blue Demon; Los Brazos y El Perro Aguayo?

Estos sujetos de cuerpos atleticos y cara de modelo de revista estaran muy buenos, pero no son divertidos. Por algo ni los Vampiros ni las Momias de Guanajuato se han interesado en hacer peliculas con ellos.
Indio Cacama dijo…
De hecho lo patológico sería que padres e hijos pudieran hablar de todo.
D. dijo…
Hola Ministry:
Tengo todos hijos varones, de diferentes edades. Cada uno con su personalidad y sus tema. Solemos debatir cualquier cuestión de actualidad o historia. Nunca nos ponemos de acuerdo. Lamentablemente no puedo tenerlos juntos a la misma vez por otras cuestiones, pero te aseguro que cuando se reúnen "juegan de manos" -no importa la edad- y se divierten a los golpes. Jamás les he levantado la mano, entonces descarto una cuestión genética o cultural.
Muy atrás quedaron los héroes de dibujos animados, o las series de pícaros detectives: ahora ellos practican lucha libre, taekwondo y boxeo, mezclando cada uno con sus estudios de historia, veterinaria o biologia.
He llegado a la conclusión que no debo preocuparme, miden sus fuerzas concientes de no lastimarse... hasta ahora.
La Marce dijo…
Yo estoy de acuerdo con eso de encerrarlos, adelante!
Amalthea dijo…
Lo de la lucha creo que un "ni hablar" sería la opinión más acertada.
A mi me pegó más lo de "en ésta década te puedes convertir en abuela" OYEME NO!!! No hay abuelas tan jóvenes!! No hay hijos mejores que los castos y encerrados en jaulas de cristal (o lo que sea que pueda parecerse) Sigo temblando de solo pensarlo. (Y de paso mi mente me dice: "no te angusties", "tus hijos son más chiquitos", "a ti no te pasa en ésta década" y cosas mentirosas por el estilo)
AUCH!!
Juano dijo…
hahaha psss rey misterio buscalo en youtube sin mascara jejeje pa que te des cuenta xD y pss creo que son pocos los nombres necesarios en la lucha, rey misterio, randy orton, john cena, edge, triple h, y pss uno que otro mas, no se que onda jejeje
jajja hay no, me hiciste reir mucho... como te explico que a mi hija de casi 6 años le gusta tambien la lucha... no entiendo. A esa edad, mi mundo era la gimnasia olimpica... espero que sea pasajero.
Recuerdo esta amiga que tuve a quien yo envidiaba un poquito la relación que tenía con su madre porque le podía contar absolutamente todo. Después ya no me pareció tan normal que lo hiciera. Y actualmente el tiempo me ha dado la razón.
Los hijos van marcando límites. Y aunque a los míos les gusta enriquecer mi vida con lo que a ellos les gusta, tanto como me gusta a mí hacer lo mismo, hay espacios. Ya los están definiendo y debiera irme mejor acostumbrando.

Ave, es que las luchas son bien paiques pero yo también me quedé bien atrasada. Me recordaste mi única semana en gimnasia olímpica y mi gusto por las luchitas en el jardín de mi casa (yo era bien buena).
jajaja
yo, como casi mujer (y digo casi, por que realmente, como adolesente todavia no me considero mujer) hace unos meses, me juntaba con 5 amigos cavernicolas, que si bien los hubiera grabado en "animal planet" se hubieran creido que eran el eslavon perdido!!!

jajaja

y si, esas "luchas" estan en todo su apocheo y los niños-pubertos-adolesentes no tienen otra cosa de que hablar.

me acuerdo cuando mi ex, me pidio de regalo para un 14 de febrero su playera de eddie gerrero con la frase:

I`M YOUR PAPITO

jajaja, y yo con mi cara de YA MADURAAAAAAAAA

pero en fin, esa es otra historia, si quieres saber mas de mi, te invito a que pases por mi blog!!!


buenas noches.
atte. ICHIGO. =)
Hola Ichigo, ya anduve por su casa un rato. Mucho gusto.

El ex me recordó al mío que llegaba a mi casa a las siete para ver Los caballeros del Zodiaco.

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