Primer dìa
-- No ha sonado el despertador.
-- Ya estoy despierto.
-- Yo también.
-- ¿Me pasas la toalla?
-- Toma. Dame mis zapatos.
-- Se te ven bien esos tenis.
-- El agua está bien fría.
-- Qué tiene...
-- Se me hizo bien fácil peinarme.
-- A mí también.
-- ¿Te ayudo a tender tu cama?
-- No, no, yo puedo, gracias.
-- Hoy sí tengo ganas de desayunar.
-- Vamos a la cocina.
Este tipo de conversaciones matutinas plagadas de cortesía, amabilidad y buenos modales, sólo me es posible escucharlas tres veces al año, ocasiones coincidentes con la entrada a clases después de vacaciones.
Al segundo día de este suceso, los modos cambian un poco y en lugar de palabras escucho gruñidos y rezongos.
¡Qué bueno que los engendros se hayan ido de buen humor a la escuela! Así disculparán que a su madre se le olvide, en forma consistente, darles dinero siempre que regresan de vacaciones.
-- Ya estoy despierto.
-- Yo también.
-- ¿Me pasas la toalla?
-- Toma. Dame mis zapatos.
-- Se te ven bien esos tenis.
-- El agua está bien fría.
-- Qué tiene...
-- Se me hizo bien fácil peinarme.
-- A mí también.
-- ¿Te ayudo a tender tu cama?
-- No, no, yo puedo, gracias.
-- Hoy sí tengo ganas de desayunar.
-- Vamos a la cocina.
Este tipo de conversaciones matutinas plagadas de cortesía, amabilidad y buenos modales, sólo me es posible escucharlas tres veces al año, ocasiones coincidentes con la entrada a clases después de vacaciones.
Al segundo día de este suceso, los modos cambian un poco y en lugar de palabras escucho gruñidos y rezongos.
¡Qué bueno que los engendros se hayan ido de buen humor a la escuela! Así disculparán que a su madre se le olvide, en forma consistente, darles dinero siempre que regresan de vacaciones.
Comentarios
coincido contigo, unicas ocasiones en que hasta se despertan de buenas y con tiempo de sobra.
te dejo abrazos nuevos de año nuevo
Y téngale, que en esta escuela sí trabajan.
Ah, pero si mañana hace mucho frío, no vamos. Digo, no van.
Muchas abrazos en reversa, Ann.
Que raro, el primer dia era el que mas flojera me daba.
Pero ni modo, estudiar es su trabajo, Nada de faltar!
Mèndigos lepes. Sacaron fiado y en vengaza, por màs de lo que tienen presupuestado para el almuerzo diario.
y no me cayó el 20 sino hasta que llegué a la casa.
qué curioso que los niños despierten así. Bueno, en mi cantón no nos gruñíamos, pero el último en pararse tendía las camas y lavaba los trastes del desayuno