Son varias las razones
1. Porque hay gente a la que no le puedo decir que no. (¡Qué diablos! No me gusta decir que no, porque de que sé, sé).
2. Porque se me da la gana.
3. Porque pecaría de hipócrita si no lo hiciera, yo que me la vivo animando a los hijos a que hagan cosas diferentes, a que prueben cosas distintas.
4. Y porque los hijos tienen la obligación... qué digo obligación... el sagrado derecho de avergonzarse de sus padres.
Por eso en este momento afino mi "dulce voz" (jojojo... dijeron "dulce voz" por no decir "voz sin potencia") y me sigo preparando.
Ya les contaré, cuando me haya habituado todavía más al ridículo.
2. Porque se me da la gana.
3. Porque pecaría de hipócrita si no lo hiciera, yo que me la vivo animando a los hijos a que hagan cosas diferentes, a que prueben cosas distintas.
4. Y porque los hijos tienen la obligación... qué digo obligación... el sagrado derecho de avergonzarse de sus padres.
Por eso en este momento afino mi "dulce voz" (jojojo... dijeron "dulce voz" por no decir "voz sin potencia") y me sigo preparando.
Ya les contaré, cuando me haya habituado todavía más al ridículo.
Comentarios
Tenía rato sin poderte leer. :(
Me espero a la sorpresa. Sea lo que sea siempre es saludable hacer cosas nuevas. Añadir ingredientes a la cambiante receta de la vida.
Saludos!!
(¿No te vas a hacer monja verdad?)
Sandy, efectivamente hay una monja en todo esto.
También hay sexo, venganza y despecho.
Drogas...
Sí, por favor.
Le a tiné????
Te sacaste un premio.
Qué te daré?