Sí me sirve la vida que es vida hasta morirse

A mi cuenta de correos llegan cada día un aproximado de 20 ó 30 mails diarios, contando los que me llegan de sitios a los que me he suscrito, los que llegan al facebook, los correos-cadena, unos cuantos de mis gordas y uno que otro que se cuela. Cada día realizo una limpia a mi bandeja de entrada: los que se van, los que se quedan, los que van en esta carpeta, los que tengo que contestar, los que guardo para más tarde. Mi bandeja de entrada está limpia y organizada pero tiene dos inquilinos permanentes, ambos provenientes de Fefé y representan dos fechas muy importantes en nuestra vida juntos. Ésos no se van a ningún lado. No están ahí sólo para poderlos leer en cualquier momento. Están ahí porque en mi nido de inseguridades, la presencia de esos humildes bytes se convierten en reafirmación de confianzas, en renovación de fe.

Fefé no dice mucho en esos correos. O bueno, sí dice, pero a través de alguien más. El primero de ellos contiene Táctica y Estrategia, poema que nos trae el recuerdo de un llaverito vulgar, con la imagen vulgar de una pareja caminando por una playa rojiza. Fue diseñado para tirarlo a la basura pero al reverso estaba impreso ese poema, así que anduvimos un rato por la vida en compañía del llaverito, hasta que las palabras terminaron por borrarse, no así el recuerdo de esos primeros días, cuando había tanto que nos queríamos decir y nos faltaban palabras. El señor Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia se convirtió, junto con muchos otros, en nuestro interlocutor.

El segundo mail contiene Me sirve y no me sirve, con un twist que agregó Fefé al final:

me sirve tu sendero compañera
si me sirven tus ensueños
tus suspiros húmedos
si me sirve

si me sirve tu lucha
por la vida
me sirve tus ojos con su luna

me sirve la noche, Dios, la tierra
el Sol, la lluvia,
la vida,
si la vive al lado de la mía
compañera.
Empecé esta entrada pensando en Fefé y en Shelle, y en algunos más que he leído y que se encuentran sumidos en el desconcierto de esas muertes que no deberían ser. Me sentía a salvo de ese desconsuelo. Pero apenas releí los dos correos, se me vinieron tantas cosas encima: las horas interminables del café, las canciones y los amigos, los encuentros sin citas, las caminatas a las dos de la mañana, Tierra Luna y Lalo, El lado oscuro del corazón con Fefé a un lado y sin saberlo, luego en el cine y ya con mi mano en la suya, mis alumnos cantando Te quiero, Harry cantando Yo no te pido, una historieta que guardo con cariño aunque no sea mía y cada poema que envié cada día la última vez que Fefé no estuvo aquí.

Hay sucesos o personas que atraviesan nuestra vida. Se nos olvidan.
Hay sucesos o personas que son un hilo que atraviesan y unen los pedazos de nuestra vida.
Se quedan, deveras se quedan.

Comentarios

Mr. Magoo... dijo…
Comparto la misma sensacion. Es algo inevitable pero cuando sucede, no quieres que sea. Benedetti toco los corazones y las razones de muchas personas en esta tierra. Yo comparto tambien varias anecdotas, inclusive podria decirse que a razon de algunos poemas, de algunos fragmentos en su novela "La Tregua" o de alguna otra vigneta de el, fue que me anime a crear ese espacio al publico, ese experimento que yo llame El Atico, el atico de mi mente y de mi corazon, donde se arrumba lo preciado pero que no se usa, para despues de a poco descubrirlo con ese aire de nostalgia y olor a humedad, a polvo y a "viejo".
Se va de este mundo pero se queda en nuestras dimensiones por siempre ese grande de las letras hispanoamericanas.

Que fregon detalle el del llavero, que bonita historia, ojala yo tuviera una parecida, pero nel, la mia es mas plastica, en fin.

Saludos.
The Knife dijo…
Desde ayer la Times New Roman, la Courier y la New Courier, la Calibri, la Arial, la Harrington, la Modern N20, la Garamond, la Tahoma, la Botoni MT Black, la Colonna MT, la copperplate Gothic y hasta la Lucida Fax están!, estamos de Luto…
Estoy seguro que nuestro poeta de mañana, tarde y noche, seguirá encontrándose a si mismo, quedamos sorprendidos Sr Benedetti, que en busca por su último poema, estuviera la muerte a su encuentro, estamos consternados y furiosos que la muerte en su último afán de encontrarse estuviera usted en su paso, esta vez no estuvo ahí Grandinetti para equivocar y vacilarla, ahora el amor fue hacia usted Sr Benedetti, esta vez la muerte se enamoro de usted…


CuchilloUP
Deberías escribir tus anécdotas Mr. Magoo, las historias de poetas nos enlazan a todos.

Muy hermoso, corazón. Me encantó.
webita dijo…
Sí, hay personas que de verdad se quedan. Salieron muchas cosas a relucir en este post. Qué felicidad del que se va porque el vacío es para los que se quedan... sólo que ésta vez nos han dejado muy bien acompañados.
Hay un poema de Margarita Michelena sobre lo que acabas de decir. El que se va, chido, el que se queda es la bronca.
Yo si me siento medio wérfano, me cai

hoy escuché a una locutora balbucir Te Quiero y me dieron ganas de ahorcarlo...

con ese poema, cuando extrañaba a Azul (cuando empezamos ella estaba en otra ciudad), me extraía el dolor a lágrimas.

P. D. Ya me titulé :D
Alexandro dijo…
Maldita sea, porque se murio??? porque?¡¡¡¡¡¡¡¡ he?¡¡¡¡¡

Ya pues.

Era un buen poeta, sin duda.
Felicidades, Signo!
A mí todavía me falta un rato pero ahí la llevo.
Precioso el tequiero.

Alexandro, ya pasó...ya pasó...

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