Como algunos de ustedes saben, mi vástago menor -Harry- es un niño bastante... mmm... singular.
Ha sido un niño que se ha enfrentado a diferentes situaciones difíciles, desde que era un bebé. Primero el asma, luego los problemas psicomotores que le ocasionaron que empezara a caminar más tarde que los demás niños, después el problema de transtornos de sueño y los problemas de lateralidad cruzada. Además, en su desarrollo de madurez ha estado siempre unos pocos meses detrás del promedio. Incluso su peso y su estatura están un poco por debajo de los límites mínimos del promedio.
¿Qué quiero decir con todo esto?
Que tengo un hijo extraordinario.
Desde que era pequeño nos dimos cuenta que poseía muchas cualidades al tiempo que ciertos comportamientos que dificultaban desarrollar mejor sus cualidades. Pero en vista de no presentar situaciones negativas de conducta y presentar un desarrollo académico bueno, nunca se nos ha citado por parte de sus maestros para hablar sobre ciertas características que podrían ser síntomas de algún problema.
Me refiero a que Harry es distraído, desorganizado, desordenado, olvidadizo, impulsivo e hiperansioso (but I´m fun! dice una playera que le compré y por la que Fefé me regañó porque dice que estoy gratificando sus malos hábitos).
En casa siempre ha tenido la estructura y organización que requiere cualquier niño para crecer con buenos hábitos, y en la escuela ni se diga. Y a pesar de esto, Harry sigue siendo distraído, desorganizado, desordenado, etc., etc....
Durante algún tiempo nos pasó por la cabeza el que se tratara de un transtorno de déficit de atención, pero sus calificaciones eran buenas. Es más, el año pasado durante un bimestre estuvo en el cuadro de honor de su salón (nomás un bimestre que no es manda, nos dijo). Sin embargo este año sus calificaciones han bajado muchísimo. Justamente este año en que por primera vez que me he sentado a estudiar junto con él. Y me he sentado junto con él porque lo he visto más disperso que antes, más distraído y con su mundo interno más acelerado que antes.
Claro que para eso hay un buen de razones: cambio de escuela, cambio de ritmo, cambio de amistades...
En fin, que en un niño tan sensible al cambio como es Harry, obviamente esto lo iba a afectar. Las calificaciones no me preocupan tanto como la manera en que se han agravado los otros problemas. Y es por esto que tendremos que ir a un neurólogo, a un psicólogo, a un nutriólogo, y a quien se deje con tal de ayudar a Harry a mejorar su atención y su autoestima, que por estos procesos, ha quedado un poco lastimada.
Anoche estaba sumamente triste y angustiada. No pude dormir bien pensando constantemente en qué podríamos hacer por él. Y de repente... luz al final del túnel. Algo sucedió que recuperé la fe y la esperanza:
Mientras Harry se peinaba lo escuché tararear una canción. Pero no así tararear nomás. Estaba tarareando con sus cuerdas vocales al mismo tiempo que con su boca llevaba un ritmo así como de hip hop. O sea, estaba haciendo dos sonidos diferentes, con diferentes melodías, con el mismo instrumento vocal.
Es decir, que si Harry no la arma para la escuela, podrá ser al menos como el actor de las películas de Loca Academia de Policía que hacía ruidos chistosos con su boca. ¿Se acuerdan?
También podría dedicarse al beatboxing y ser famoso y ganar mucho dinero y mantener a sus padres...
No, me temo que eso le va a tocar a William.
Con que Harry nos devuelva lo de los médicos, las medicinas y las terapias de todos estos años, nos conformamos.
Ha sido un niño que se ha enfrentado a diferentes situaciones difíciles, desde que era un bebé. Primero el asma, luego los problemas psicomotores que le ocasionaron que empezara a caminar más tarde que los demás niños, después el problema de transtornos de sueño y los problemas de lateralidad cruzada. Además, en su desarrollo de madurez ha estado siempre unos pocos meses detrás del promedio. Incluso su peso y su estatura están un poco por debajo de los límites mínimos del promedio.
¿Qué quiero decir con todo esto?
Que tengo un hijo extraordinario.
Desde que era pequeño nos dimos cuenta que poseía muchas cualidades al tiempo que ciertos comportamientos que dificultaban desarrollar mejor sus cualidades. Pero en vista de no presentar situaciones negativas de conducta y presentar un desarrollo académico bueno, nunca se nos ha citado por parte de sus maestros para hablar sobre ciertas características que podrían ser síntomas de algún problema.
Me refiero a que Harry es distraído, desorganizado, desordenado, olvidadizo, impulsivo e hiperansioso (but I´m fun! dice una playera que le compré y por la que Fefé me regañó porque dice que estoy gratificando sus malos hábitos).
En casa siempre ha tenido la estructura y organización que requiere cualquier niño para crecer con buenos hábitos, y en la escuela ni se diga. Y a pesar de esto, Harry sigue siendo distraído, desorganizado, desordenado, etc., etc....
Durante algún tiempo nos pasó por la cabeza el que se tratara de un transtorno de déficit de atención, pero sus calificaciones eran buenas. Es más, el año pasado durante un bimestre estuvo en el cuadro de honor de su salón (nomás un bimestre que no es manda, nos dijo). Sin embargo este año sus calificaciones han bajado muchísimo. Justamente este año en que por primera vez que me he sentado a estudiar junto con él. Y me he sentado junto con él porque lo he visto más disperso que antes, más distraído y con su mundo interno más acelerado que antes.
Claro que para eso hay un buen de razones: cambio de escuela, cambio de ritmo, cambio de amistades...
En fin, que en un niño tan sensible al cambio como es Harry, obviamente esto lo iba a afectar. Las calificaciones no me preocupan tanto como la manera en que se han agravado los otros problemas. Y es por esto que tendremos que ir a un neurólogo, a un psicólogo, a un nutriólogo, y a quien se deje con tal de ayudar a Harry a mejorar su atención y su autoestima, que por estos procesos, ha quedado un poco lastimada.
Anoche estaba sumamente triste y angustiada. No pude dormir bien pensando constantemente en qué podríamos hacer por él. Y de repente... luz al final del túnel. Algo sucedió que recuperé la fe y la esperanza:
Mientras Harry se peinaba lo escuché tararear una canción. Pero no así tararear nomás. Estaba tarareando con sus cuerdas vocales al mismo tiempo que con su boca llevaba un ritmo así como de hip hop. O sea, estaba haciendo dos sonidos diferentes, con diferentes melodías, con el mismo instrumento vocal.
Es decir, que si Harry no la arma para la escuela, podrá ser al menos como el actor de las películas de Loca Academia de Policía que hacía ruidos chistosos con su boca. ¿Se acuerdan?
También podría dedicarse al beatboxing y ser famoso y ganar mucho dinero y mantener a sus padres...
No, me temo que eso le va a tocar a William.
Con que Harry nos devuelva lo de los médicos, las medicinas y las terapias de todos estos años, nos conformamos.
Comentarios
Algo bueno vendrá de esto.
El solo hecho de admitir que el TDA es una posibilidad me ha relajado un poco y en apenas dos días he visto cómo influye mi cambio de actitud en las respuestas de Harry.
Ja!
Nah... exactamente igual aquí que en la escuela. Y sí, es un buen niño.
He visto que ha muchos padres se les facilita admitir un problema en sus hijos cuando hay una "solución" a través de medicación. Yo no quería caer en eso. Quería agotar todos los recursos primero antes que admitir una condición como el TDA. En estos momentos sigue siendo una posibilidad.