El miércoles algo en mi desayuno no me hizo bien.
Serían las frutas, el yogurth, los frijolitos, el huevo, los chilaquiles, el café... o todo, qué sé yo.
El caso es que para las siete de la tarde yo andaba toda asqueada y con dolor de estómago y de cabeza. Pero me aventé dos sal de uvas y se me pasó un poquito.
Dos horas después, el vino, los quesos y los ostiones, no ayudaron mucho.
Ayer amanecí sin poderme mover de la cama. Sin embargo tuve que arrastrarme en varias ocasiones hasta el baño donde descomí todo lo del día anterior.
Pero a veces es suave estar enfermo.
Pude ver The three burials of Melquiades Estrada, The deer hunter, Last life in the universe y Caveman.
Hacía meses que no veía una película en santa paz.

Pero ya estoy sana y hay tanto que hacer antes del domingo.
Saludines navideños.

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