Observo, reflexiono, medito y ninguna respuesta me satisface.

Fakundo me pidió que lo llevara a una cantina. Después de beber cervezas de a diez pesos y un café para seguirla, fuimos a la Antigua Paz.
Cerrada.
Le hablé al experto y me dio un par de nombres donde podíamos ir.
Entramos al que se veía más jodido, que era exactamente lo que estábamos buscando, y nos encontramos con la sorpresa de que dentro del tugurio tocaba un grupo de Ska y estaba a reventar de lepes bailando.
Junto a la barra observamos a tres hombres de sombrero, cabello canoso, panzas etílicas, que veían el espectáculo con una mirada que de describirse sólo podría decirse "desolada".
Yo también compartí con ellos la desolación.

La pregunta es: ¿qué están haciendo estos pubertos en los sagrados nichos de la tertulia, la bohemia, la nostalgia, la camaradería, la borrachera?
¿Que no tienen una granja donde organizar sus raves? ¿Por qué irse a meter a "La capital del mundo", al "Porkys", al pinche "San Juan"?

Yo sólo quiero saber de una cantina donde todos sepan tu nombre... No, no Cheers... es decir, no pienso romper el pacto de testosterona y hermandad entre los hombres. No pienso entrar a una cantina. Sólo quiero saber que aun queda una sin mancillar, donde los hombres puedan ser hombres, y el borrachito de al lado se pueda miar sin vergüenza a la entrada del baño.

También quiero ésta cantina.

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