Me choca dejar cosas pendientes, y un encarguito del Señor Árbol no me dejaba descansar en paz.
Me gustó algo que leí sobre los Tankas. Decía que en un principio eran mensajes secretos entre amantes y después se fueron definiendo como una forma de poesía un tanto similar al haikú, con sus diferencias temáticas y el número de versos que ambos utilizan.

Siguiendo con la invitación, me animé a escribir mi primer tanka.

Vuela la duda
Sobre tu cuerpo herido.
¿Fui yo, fuiste tú?
La noche y el rocío,
Olvidan la pregunta.

Ahí está.
Destrócenlo.
Al menos el pendiente ya me lo quité de encima.

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