ADVERTENCIA

Este post es muy largo.
Puede leerlo por partes durante el fin de semana.
O puede defender sus derechos como lector, de Daniel Pennac y saltarse partes o por supuesto, no leerlo en absoluto.
Que tenga un bonito weekend.
Bueno, si está leyendo esto ahora, su weekend no está yendo tan bien, por lo que sugeriría que se fuera por ahí, adonde apunte la chancla y se retire de su monitor de inmediato.


Romance X. Francia. 1999.

Estaba recordando lo que escribio la Rana hace unos días a propósito de la doble moral. Debo confesar que cuando vi en primera plana lo de la clausura de la Sex Shop, caí en un estado de pánico. Nunca he ido a una... este... una amiga me contó. ¡Deveras! Es más, me invitó mi amiga, cuyo nombre no quiero decir pero cuyo blog estoy mirando ahora. Pero no traía dinero y la idea de ir nomás a comprar aceititos se sintió un poco decepcionante. Por eso estaba yo haciendo mi ahorradito para ir a hacerme una compra que realmente valiera la pena.
Después me enteré que todavía quedan un par de tienditas escondidas por ahí. Así que basta de depresión. Pero ése no es el punto. El punto era la doble moral escondida en los medios de comunicación. Ya la Ranita lo dijo mejor que yo. Léanlo, está muy bueno.
Anoche lo recordé porque me pegó un poco el insomnio y me puse a zappear un rato en la tele. Y en uno de los canales del cable, me encuentré con la película Romance X.
La fuimos a ver al cine hace unos años. Fue muy divertido ver cómo la gente se levantaba molesta y horrorizada de sus asientos, nomás por unos close ups que a mí me parecieron bastante fríos y calculados. Imagino que ésa era la idea de la directora. Personalmente, me gustó la película. El camino del autodescubrimiento, el abuso disfrazado, la sensualidad reprimida... como si no tuviera nada que ver con nuestras propias vidas. Pero ése tanpoco es el punto.
El asunto fue que cuando estaba viendo anoche la película, tristemente vi que le cortaron los close ups que tanto me divirtieron cuando la vi en el cine. Pecado de omisión gravísimo que hubieran cortado la imagen de Rocco Siffredi desnudo. Me dio un poco de risa. Y lo más cómico fue que en ese canal pasan películas pornográficas. ¿Por qué cortarle las escenitas a ésta? Qué cinismo.
A uno que se le antojan ciertas cosas de repente y la tele que nos defrauda.
Supongo que por un par de siglos más, será insalvable el asunto de la doble moral.
No hay esperanza.
Y llego a esta conclusión porque anoche, por canal Once, veía las Historias de la Sensualidad Prohibida. Magnífica serie. Muy recomendable. Y mencionaban que las primeras películas pornográficas datan de 1904 en delante. Decía la historiadora "Las primeras películas pornográficas carecían de argumento. Eran meramente la proyección de los cuerpos desnudos y de la penetración." Y yo me pregunto ¿hay alguna diferencia con las de ahora? Por las escenas que vi, no. Las mismas tomas, las mismas expresiones en los rostros, los mismos genitals-shots.
Y la misma censura ahora que hace 100 años.
Por eso no guardo esperanzas de un futuro mejor para la pornografía.
Menos cuando a una película como Romance X me la censuran en la televisión.
En fin, un regalito para todas:



Hubiera deseado encontrar a Rocco desnudito, pero no lo conseguí.
A usar la imaginación.

*****

Odio comprar ropa.
Es una experiencia físicamente dolorosa. Y también la autoestima sale muy dañada. Mira que darme cuenta que los pantalones talla 7 ya no me quedan.
Y luego... chigao... la ropa está hecha para gringas piernas largas.
I have a dream...
Sueño con un lugar donde encontrar ropa para gente petisa. Donde los pantalones no nos queden medio metro más largo, donde no se nos mire con desprecio después de probarnos cientos de prendas hechas para la raza aria.
Si yo tuviera dinero pondría un negocio de ropa Petit. A un precio decente. Sé que existen líneas de ropa para nosotras, pero los precios son impúdicos. Caray, si se utiliza menos tela. No entiendo.
Cuando era mantenida por mis padres podía darme esos lujos.
Imposible ahora.
Debí haber jugado más basketball en mi adolescencia.

*****
Compré un libro. El materialismo histérico de Xavier Velasco.
A leer. Luego les cuento cómo estuvo.

*****
Si quiere acompañarnos en la grabación de Acústico con Susana Zabaleta y Regina Orozco, comuníquese al teléfono ...
Llamé pero no me pagan el viaje al D.F.
If I were a rich girl, decía la Shelle ayer.
De todos modos, no se pierdan el programa con la Súper Bizcocho.

*****
Estos adolescentes...

La semana pasada vi a una estudiante de prepa de la escuela con una bolsita muy cuca decorada con una imagen de Jack Skellington.
Le alabé su bolso y ella me dijo:
- ¡Maestra! ¿a usted también le gusta lo gótico?

Estos niños...

Y ayer, después una buena friega en un evento del que estuve a cargo, me senté un rato en mi escritorio y entre el reguero de papeles y el desorden de libros, sobresalía un pequeño pedazo de papel con una dedicatoria para mí.
Al abrirlo me encontré con una bellísima calca para el auto con la cara de Jack Skellington.

Estos niños...

Ya lo he dicho antes. Yo enseño para que me quieran (le robo palabras al Gabo, lo sé) pero es que es tan chido recibir cariño o admiración de estas lechugas a las que todo lo adulto les resulta incomprensible y merecedor de irreverencias.

Decía una niña en el evento de ayer "Maestra, usted apenas comienza a hablar y todos se quedan callados. Dice, a escribir, y todos escriben. A ver... dígales que se paren de cabeza"
Esta nena nunca lo va a aceptar. Nuestra relación ha estado llena de retos para la maestra a ver si sí sabe y de respuestas sarcásticas para la niña. Nunca va a aceptar que me aprecia un poquito. Lo que sí sabe y acepta es que mis respuestas se las doy sabiendo que la pongo a mi nivel cuando hablamos.

Da gusto ver las caras de mis monstruos cada mañana. Escuchar las bromas, las quejas, las demandas, ver la angustia, el amor, el desamor. Y ser parte de todo eso. Ser buscada por un chico que te enseña un poema a ver si te gusta, por otro que acaba de comprar un disco nuevo y quiere que lo escuches, por una chica que te cuenta su pena de amor, o sus aspiraciones, o su desesperanza.

Sé bien el enorme compromiso que tengo. E intento cumplirlo de la mejor manera posible.

*****
Una y van tres muertes de familiares en lo que va del año.
Sigue la racha.
Diantres.

Comentarios

Guendi dijo…
Por eso quiero aprender a coser.. para subirle medio metro de bastilla a todos mis pantalones. Por lo protno aprovecho cada viaje a Chiwas, se los llevo a mi vecina tere y les sube las bastillas por 10 pesos :D
Estas mujeres... ya no las hacen como antes... Ora ni agarrar una aguja saben.
Flakushis dijo…
Heeeyyy, yo sí sé!!! Y hasta sé bordar :P jajajaja
Beba, coincido contigo en cuanto a los chamacos. Me he dado cuenta que el escribir denunciando todo lo que está mal y las irregularidades y corrupción no sirven de nada. Si queremos cambiar al país tenemos que hacerlo desde la escuela; algo bueno hemos de dejar a los lepes.
Es cierto, Flaka, mientras escribía lo de la aguja pensaba en ti (no por el parecido, por supuesto) sino que recuerdo que tú sabías coser.
Y sobre los chamacos... qué te puedo decir... hace mucho dejé de aspirar a denunciar, para darme cuenta que es en la educación donde reside la solución de muchos problemas. Tú y yo, ahi vamos, aportando un poquito.
Guendi dijo…
Ora desgraciadas! Si coso! No se ve tan bonito, pero coso! Y tambein tejo con dos agujas, cocino, lavo a mano, mazco chicle, pego duro, tengo viejos a monton, tururu!

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