Propiedad privada

Después de nueve años, volví a meterme en una alberca a nadar.

No recordaba lo bien que se siente.
Como sentir de nuevo que mi cuerpo es mío. Como de niña, cuando corría hasta estar exhausta, sintiendo cada latido y cada músculo dolorido, pero mío.

Qué bien hace reapropiarse el cuerpo, este cuerpo que no es de mi pareja, ni de mis hijos; qué bien sentir que mi cuerpo es mío.


Comentarios

Jous dijo…
Hace tanto que no me meto a una alberca, ¡qué envidia! pero de la buena. Espero sigas disfrutando más de la natación, Saludos!!
Gracias. Es glorioso.
Implicada dijo…
Qué ricooooo! Hasta sentí un suspiro grande y mi cuerpo también se sintió distinto. Yo también quiero mi cuerpo mío, mío

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