¿Qué?
Hace unos meses, en media tertulia familiar y después de algunos alipuses, siendo la persona proactiva que soy, decidí abrir una botella de tequila. Estuve dando vueltas y vueltas al tapón por casi un minuto, y la botella no abría. Desistí porque conozco mis límites… y porque en realidad la botella nunca estuvo tapada. Por eso no pude quitar ninguna tapadera.
A últimas fechas me he sentido más distraída. Mis comportamientos más penosos han sido:
· Masticar e intentar hacer una burbuja con una hoja de papel arroz. En mi defensa debo decir que el poseedor del papel traía las hojitas guardadas en un paquete de chicles. Yo dije “Si venden enjuague bucal en laminitas, ¿por qué no chicles que parecen papel?”. Además el papel viajó desde Dinamarca, y dije como Virulo “ha de ser lo que acostumbran por allá”.
· Tratar de espolvorear pimienta sobre un trozo de carne. El pimentero era un destapa sodas de madera. No era pimentero.
· Comprar salsa pico de gallo para una carne asada y darme cuenta luego que no era tal, sino un ceviche de nopales. Nadie se lo comió, por supuesto.
· Los calzones.
Y seguramente ha habido más detalles que no logro recordar porque ando bien pinchi pendeja y lo único que me consolaba en ese estado de cosas era pensar que al menos en mi trabajo no me pasaba.
Es más, pensaba que mi intensa concentración en mi trabajo para que no me fallaran los detallitos logísticos de mi área estaba sustrayendo toda mi capacidad para otras actividades.
La vida no me dio la razón. Mandé un correo para citar a un entrenamiento y en forma muy digna avisé que sería la última vez que se daba el curso en primer turno. Luego me senté a aceptar las confirmaciones de asistencia y en lugar de ello recibí declinaciones. Ocurrióseme abrir un correo para ver qué pedo con esa pinche actitud de la gente, de veras, y fue cuando me cayó el veinte: “Cecy, el 16 de septiembre no asistimos a laborar. ¿Podrías poner el curso en otra fecha?”.
No hay consuelo.
A lo que iba con todo esto es… es… ¿a qué iba?
Update: Esta mañana tuve una conversación de tres minutos con mi asistente de cubículo a cubículo.....Hasta que me di cuenta que ella estaba hablando por teléfono con alguien más.
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