Resoluciones
Soy una mujer sin propósitos. Lo más cercano que he tenido a un propósito de año nuevo fue tal vez aquel en el que resolví que 2007 sería el año del sombrero y hasta el momento en mi cabeza no ha caído ni uno solo de tan útiles artefactos. El año pasado quise formar parte del movimiento de abuelización del mundo, aprendiendo a tejer y fracasé nuevamente. Lo único que sé tejer son unos churros largos que parecen chorizos y pueden ser utilizados a manera de bufanda o como juguete para el gato, que es como suelen terminar mis churros.
Con todo esto como contexto me puse a pensar sobre algo que ya fuera un hábito y tomarlo como propósito de tal manera que yo no me sintiera frustrada por no poder alcanzar nada.
Mi primera idea fue "aprender a manejar" y como ya sé manejar pues... ¡Yei! ¡Lo hice! ¡Puedo cumplir mis propósitos! (Les aconsejo que hagan algo similar algún día, el sentimiento de logro es algo inigualable).
El problema con esta técnica es que uno termina muy pronto y todavía nos quedan diez meses del año por delante.
Así que mi segunda idea fue pensar en algo que ya estuviera haciendo y que tuviera que hacer cierto esfuerzo por mantener. Sumado a esto, decidí que tenía que ser benéfico para alguien, no sólo para mí. Adonde llegué fue a mi más recientemente adquirido interés por el ambiente. No, no es cierto. El ambiente no me interesa. ¿O sí? No lo sé.
Hace algunos años un amigo trataba de convencerme del apocalipsis vía Al Gore y su veldá. Yo contesté que no me preocupaba. Y era cierto. Siempre he pensado que la humanidad, en toda nuestra radiante y perfecta pendejidad, somos capaces, en algún momento cuesta abajo, de darnos cuenta que hay que agarrarse. Lo sigo creyendo y ahora somos testigos de un movimiento global cada vez más afianzado en materia ecologista.
Sigo despreocupada (adelante, vengan esa piedras) pero ocupada. He comenzado a hacer o dejar de hacer ciertas cosas que al menos me permiten defenderme de los vegetarianos que andan rondando y además, si yo no pude educarme en este paradigma, al menos poder educar a mis liendres.
A manera de reforzar mis compromisos y propósitos, les doy a conocer algunas prácticas que hemos iniciado en casa y otras que todavía no, pero son las próximas a alcanzar.
* Bañarnos a cacerolazos. Esto comencé a hacerlo una vez que me desconectaron el bóiler y lo seguí haciendo con el bóiler funcionando. Una ducha de cinco minutos puede gastar casi 95 litros de agua. Y la neta ¿quién se baña en ese tiempo? Yo solía durar mucho más. Ahora sólo lleno mi balde de 10 litros y bañada en un santiamén.
* Encender el bóiler cuando va a ser usado y apagarlo completamente después. Sugiero la compra de un bóiler de paso o uno solar, porque el mío que funciona como de paso y además tiene un pequeño espacio para almacenar agua caliente, se jodió del termostato de tanto andarlo abriendo y cerrando, prenderlo o apagando. Habrá que comprar otro después, pero no ahora mismo, lo cual me lleva al siguiente punto.
* Dejar de comprar tanta chingadera que no sea realmente requerida. Esto es algo bien pinchi difícil, la verdad, porque hay tantas cosas tan lindas, brillantes, estúpidas y sensuales en los aparadores que dejar de consumir tanto se convierte en algo muy difícil. Pero ahí la llevamos. La última vez que fui a El Paso sólo compré unos pantalones para Harry, unos tenis para William, un pantalón de pijama para mí y una botella de vino para Fefé. El no necesita nada más.
* Comprar localmente. Lo intento y lo intento, pero para ciertos productos no se me da).
* Dejar de usar de una buena vez las bolsas de plástico. Si eres hábil con la costura como yo... no, puedes convertir unas playeras viejas en bolsas para el súper y traerls siempre en el auto.
* Dejar de comprar agua embotellada. ¿Qué caso hay? ¡El agua es gratis! Y el uso del PET tiene un fuerte impacto ambiental en su proceso de fabricación. Y además, ¡no necesitamos envases plásticos! Con un buen bote resistente a golpes podemos cargar agua a donde queramos. Y aplica también para el café nuestro de cada día.
* Cambiar el detergente. Ya existen en muchos negocios detergentes hechos a partir de borax, vinagre, bicarbonato, entre otros ingredientes. También puedes usar jabón Zote rallado, buenísimo, que al no ser detergente, carece de algunos elementos muy dañinos para el ambiente.
* Usar sólo agua fría en la lavadora. ¿Qué tiene que tus blancos no estén tan blancos? Mejor aun, compra ropa colorida.
* Descontinuar el uso de servilletas de papel. Se pueden comprar toallitas de cocina o de las de baño que sirven para tallarse el cuerpo. Yo conseguí en una tienda a diez pesos. Mejor aun si sabes coser, hacer algunas de toallas de cocina viejitas, y estarlas reusando.
* Limitar el uso de la secadora. Si se tiene el espacio para un tendedero, hay que aprovecharlo. Con una ampliación que le hicimos a la casa, me quedé sin patio, pero todavía tengo un pasillo que aguanta muy bien tres cuerdas, para felicidad de Lulú, que adora el aroma de la ropa limpia. ¿Ya les había dicho que me encanta tender ropa?
* Cuidar el agua del retrete. Si te da flojera el rollo ese de meter una botella con agua en el tanque y tienes un gusto por destruir cosas, tengo una solución para ti: abre el tanque y dobla el alambre del flotador, sólo un poco para que el flotador quede a un nivel más bajo y no permita que el tanque quede muy lleno.
* Cambiar el papel sanitario por uno de papel reciclado. No raspa, neta. Es bien suavecito.
* Cuidar la gasolina del auto. Esto puede hacerse de muchas maneras: comprar autos compactos -aunque las SUV y las camionetas sean tan atractivas-, si no puedes cambiar de auto, traerlo bien afinadito y con sus llantas con la presión indicada. Otra cosa mucho mejor es cambiar el auto por transporte público o bicicleta. Yo eso aun no lo domino. Es medio difícil aquí con las rutas de transportación mal diseñadas. O tal vez no sea así y es mi excusa para no utilizarlo. Otra cosa que puede hacerse a este respecto es no calentar el auto más de 30 segundos. No requiere más y apagarlo mientras que esperas que tu amiga borracha consiga entrar a su casa. .
* Usar domos para capturar la luz solar, utilizar focos ahorradores, aislar térmicamente la casa -tras eso ando ahora-...
* Desconectar aparatos eléctricos después de usarlos o comprar uno de esos enchufes que automáticamente se apagan al detectar que el aparato conectado no se está utilizando.
* Imprimir sólo lo que sea necesario. Y eso incluye los chistes que te mandan a tu correo -debo platicar seriamente con mi papá sobre esto-. Usa papel reciclado y de reuso.
* Reducir consumo de carnes. Un día vegetariano a la semana es una buena idea.
* Reciclar,reusar, reducir. En reciclar es donde debo trabajar más, a pesar de la gran práctica que tengo en el reciclaje de mis ideas.
Lo mejor de todo es que no se requiere ser un convencido del fin del mundo para comenzar a hacer algunas cosas. Es, por otro lado, un asunto económico. En el último bimestre logramos reducir en un maravilloso 60 por ciento, maomeno, el gasto en consumo eléctrico con algunas de las prácticas que escribí.
Hay mucho que me falta por hacer, como cambiar los productos de limpieza o dejar de usar shampoo y perfumes (NEVER!) pero hay cosas que pueden adaptarse al estilo de vivir de cada quién.
Y pues ahí están, grabados en piedra mis compromisos. En la penca de un maguey estaría como que más ad hoc pero no sería lo correcto. No, señor.
Y ahora... A compartir. ¿Qué ideas propones?
(Inguesumarejuayderito, qué doloroso es postear desde el BB)
Con todo esto como contexto me puse a pensar sobre algo que ya fuera un hábito y tomarlo como propósito de tal manera que yo no me sintiera frustrada por no poder alcanzar nada.
Mi primera idea fue "aprender a manejar" y como ya sé manejar pues... ¡Yei! ¡Lo hice! ¡Puedo cumplir mis propósitos! (Les aconsejo que hagan algo similar algún día, el sentimiento de logro es algo inigualable).
El problema con esta técnica es que uno termina muy pronto y todavía nos quedan diez meses del año por delante.
Así que mi segunda idea fue pensar en algo que ya estuviera haciendo y que tuviera que hacer cierto esfuerzo por mantener. Sumado a esto, decidí que tenía que ser benéfico para alguien, no sólo para mí. Adonde llegué fue a mi más recientemente adquirido interés por el ambiente. No, no es cierto. El ambiente no me interesa. ¿O sí? No lo sé.
Hace algunos años un amigo trataba de convencerme del apocalipsis vía Al Gore y su veldá. Yo contesté que no me preocupaba. Y era cierto. Siempre he pensado que la humanidad, en toda nuestra radiante y perfecta pendejidad, somos capaces, en algún momento cuesta abajo, de darnos cuenta que hay que agarrarse. Lo sigo creyendo y ahora somos testigos de un movimiento global cada vez más afianzado en materia ecologista.
Sigo despreocupada (adelante, vengan esa piedras) pero ocupada. He comenzado a hacer o dejar de hacer ciertas cosas que al menos me permiten defenderme de los vegetarianos que andan rondando y además, si yo no pude educarme en este paradigma, al menos poder educar a mis liendres.
A manera de reforzar mis compromisos y propósitos, les doy a conocer algunas prácticas que hemos iniciado en casa y otras que todavía no, pero son las próximas a alcanzar.
* Bañarnos a cacerolazos. Esto comencé a hacerlo una vez que me desconectaron el bóiler y lo seguí haciendo con el bóiler funcionando. Una ducha de cinco minutos puede gastar casi 95 litros de agua. Y la neta ¿quién se baña en ese tiempo? Yo solía durar mucho más. Ahora sólo lleno mi balde de 10 litros y bañada en un santiamén.
* Encender el bóiler cuando va a ser usado y apagarlo completamente después. Sugiero la compra de un bóiler de paso o uno solar, porque el mío que funciona como de paso y además tiene un pequeño espacio para almacenar agua caliente, se jodió del termostato de tanto andarlo abriendo y cerrando, prenderlo o apagando. Habrá que comprar otro después, pero no ahora mismo, lo cual me lleva al siguiente punto.
* Dejar de comprar tanta chingadera que no sea realmente requerida. Esto es algo bien pinchi difícil, la verdad, porque hay tantas cosas tan lindas, brillantes, estúpidas y sensuales en los aparadores que dejar de consumir tanto se convierte en algo muy difícil. Pero ahí la llevamos. La última vez que fui a El Paso sólo compré unos pantalones para Harry, unos tenis para William, un pantalón de pijama para mí y una botella de vino para Fefé. El no necesita nada más.
* Comprar localmente. Lo intento y lo intento, pero para ciertos productos no se me da).
* Dejar de usar de una buena vez las bolsas de plástico. Si eres hábil con la costura como yo... no, puedes convertir unas playeras viejas en bolsas para el súper y traerls siempre en el auto.
* Dejar de comprar agua embotellada. ¿Qué caso hay? ¡El agua es gratis! Y el uso del PET tiene un fuerte impacto ambiental en su proceso de fabricación. Y además, ¡no necesitamos envases plásticos! Con un buen bote resistente a golpes podemos cargar agua a donde queramos. Y aplica también para el café nuestro de cada día.
* Cambiar el detergente. Ya existen en muchos negocios detergentes hechos a partir de borax, vinagre, bicarbonato, entre otros ingredientes. También puedes usar jabón Zote rallado, buenísimo, que al no ser detergente, carece de algunos elementos muy dañinos para el ambiente.
* Usar sólo agua fría en la lavadora. ¿Qué tiene que tus blancos no estén tan blancos? Mejor aun, compra ropa colorida.
* Descontinuar el uso de servilletas de papel. Se pueden comprar toallitas de cocina o de las de baño que sirven para tallarse el cuerpo. Yo conseguí en una tienda a diez pesos. Mejor aun si sabes coser, hacer algunas de toallas de cocina viejitas, y estarlas reusando.
* Limitar el uso de la secadora. Si se tiene el espacio para un tendedero, hay que aprovecharlo. Con una ampliación que le hicimos a la casa, me quedé sin patio, pero todavía tengo un pasillo que aguanta muy bien tres cuerdas, para felicidad de Lulú, que adora el aroma de la ropa limpia. ¿Ya les había dicho que me encanta tender ropa?
* Cuidar el agua del retrete. Si te da flojera el rollo ese de meter una botella con agua en el tanque y tienes un gusto por destruir cosas, tengo una solución para ti: abre el tanque y dobla el alambre del flotador, sólo un poco para que el flotador quede a un nivel más bajo y no permita que el tanque quede muy lleno.
* Cambiar el papel sanitario por uno de papel reciclado. No raspa, neta. Es bien suavecito.
* Cuidar la gasolina del auto. Esto puede hacerse de muchas maneras: comprar autos compactos -aunque las SUV y las camionetas sean tan atractivas-, si no puedes cambiar de auto, traerlo bien afinadito y con sus llantas con la presión indicada. Otra cosa mucho mejor es cambiar el auto por transporte público o bicicleta. Yo eso aun no lo domino. Es medio difícil aquí con las rutas de transportación mal diseñadas. O tal vez no sea así y es mi excusa para no utilizarlo. Otra cosa que puede hacerse a este respecto es no calentar el auto más de 30 segundos. No requiere más y apagarlo mientras que esperas que tu amiga borracha consiga entrar a su casa. .
* Usar domos para capturar la luz solar, utilizar focos ahorradores, aislar térmicamente la casa -tras eso ando ahora-...
* Desconectar aparatos eléctricos después de usarlos o comprar uno de esos enchufes que automáticamente se apagan al detectar que el aparato conectado no se está utilizando.
* Imprimir sólo lo que sea necesario. Y eso incluye los chistes que te mandan a tu correo -debo platicar seriamente con mi papá sobre esto-. Usa papel reciclado y de reuso.
* Reducir consumo de carnes. Un día vegetariano a la semana es una buena idea.
* Reciclar,reusar, reducir. En reciclar es donde debo trabajar más, a pesar de la gran práctica que tengo en el reciclaje de mis ideas.
Lo mejor de todo es que no se requiere ser un convencido del fin del mundo para comenzar a hacer algunas cosas. Es, por otro lado, un asunto económico. En el último bimestre logramos reducir en un maravilloso 60 por ciento, maomeno, el gasto en consumo eléctrico con algunas de las prácticas que escribí.
Hay mucho que me falta por hacer, como cambiar los productos de limpieza o dejar de usar shampoo y perfumes (NEVER!) pero hay cosas que pueden adaptarse al estilo de vivir de cada quién.
Y pues ahí están, grabados en piedra mis compromisos. En la penca de un maguey estaría como que más ad hoc pero no sería lo correcto. No, señor.
Y ahora... A compartir. ¿Qué ideas propones?
(Inguesumarejuayderito, qué doloroso es postear desde el BB)
Comentarios
* No comprar refrescos en PET, sino en casco de vidrio, y guardar las corcholatas para martillarlas, ensartarlas y hacer una cortinita tipo tugurio.
* No encender las luces y dormir al anochecer y despertar al amanecer (ay ajááá!).
* Tirar la licuadora y comprar un molcajete, pero a toda costa conservar el refri.
* ... déjame seguir pensando...
Cuídate, luego nos leemos.
pero me apunto a lo de las servilletas de papel y a lo de bañarse a cacerolazos (ahora que viene el calorcito, en tiempo de frío ni madres!)
Pherro, lo del tambo es una gran idea. Ahora que tengo algo de espacio acá atrás podría adaptarlo. También vi un plano para poner una tubería del lavamanos al tanque del excusado. Se ve bien la idea, pero hay que hacer algunas adaptaciones.
Sandy: ahora que estuvo haciendo mucho pero requetemucho frío, el agua para mis cacerolazos salía más calientita que de la regadera (porque estuve calentándola en la estufa). Así que hasta más chido se sentía. Ahorita aquí está rico el clima así que uso el método del cacerolazo feliz.
Comprar usado es bien cool. Trying es experta en comprar usado. La casa tiene solo 20% de cosas nuevas, todo lo demas es de segunda mano.
yo no sabia que en mi trabajo hay personas que no tienen boiler y no se quejan y ahorran agua y combustible!
por otro lado para no tener acumulados tanques por toda la casa con agua de re-uso se puede adaptar un tinaco extra para este fin. (claro se requiere inversion pero valdra la pena por que no es algo muy costoso)
con mis padres lavar es un todo un ritual. ellos juntan el agua de la lavadora lavan el patio, bañan perros, riegan plantas, trapean, juntan agua para lavar el baño, para el sanitario...
saludos!
Perla =)
Saludos.
me encanta tu blog
Claudia Cisneros
sony_islas@hotmail.com, por si acaso.
Saludos.