Juaritos

Algunos kilómetros antes de llegar a Cd. Juárez, se encuentra el desierto de Samalayuca que es este lugar hermoso, de arenas doradas que forman dunas de diferentes alturas y extensiones. Una vez, durante muchos años, cientos, miles, hubo aquí un mar. Lo que resta de él son esas arenas y pequeños fósiles marinos que cada vez son más difíciles de encontrar.
En la carretera, a la altura de Samalayuca, hay un letrero que me encanta que dice: Precaución, médanos en movimiento. Siempre que veo el letrero no puedo evitar sonreírme y pensar en esas toneladas de tierra como un ente vivo que se transporta a placer, por sobre la carretera, bajo los autos y sin que podamos hacer algo por contenerla.


(Ayer finalmente pude tomarle una foto)



Me gusta venir a Cd. Juárez. No sé si me gustaría vivir aquí pero definitivamente me gusta venir.

Anoche mi amiga la Flaka me invitó a visitar el estudio desde donde su Caníbal y algunos otros amantes de la tecnología se reúnen a grabar semanalmente un programa de televisión que se transmite vía televisión por cable e internet. Me fascinó volver a un estudio de televisión y ver a la gente hacerse bolas entre cables, cámaras y monitores, sobre todo en este caso pues dicho grupo hace este trabajo por mero amor al arte. Llevan un año haciéndolo y tal vez en algún momento les represente alguna utilidad. Por el momento el proyecto es un bebé al que están alimentando con mucho amor y dedicación. En algún momento de la noche el Caníbal me comentó que sería buena idea entrevistar a William en sus facetas de cineasta y amante de Adobe, pero ésa es otra historia.

Terminamos casi a las diez, hora en que nos reunimos con la Flaka para ir a cenar. Me dejaron en el hotel a la una de la mañana y dormí soñando con algunas balaceras. Debieron ser las patrullas que no dejan de escucharse por la noche.



Pensando en ellas y en la gente a la que le he venido a dar cursos aquí, fue que se me vino repetidamente a la mente el letrero de Samalayuca.

Mucha gente piensa que Cd. Juárez es la tierra de nadie, una ciudad perdida ya entre tanta violencia, drogas y armas.

Yo no la veo así.

Yo veo a mucha gente levantándose a trabajar cada mañana, mucha gente iniciando proyectos sociales, artísticos, educativos y muchas más que creen en seguir invirtiendo en proyectos productivos.

Las cosas no son fáciles pero esta gente cree en el trabajo y es valiente, muy valiente. No se amilanan fácilmente.

Quien cree que estamos perdiendo a Juaritos, recuerde el letrero: PRECAUCIÓN, CIUDAD EN MOVIMIENTO.

Y agárrense porque va a seguir haciéndolo.

Comentarios

sandygallia dijo…
Qué hermoso post.

Un abrazo =)
Unknown dijo…
Esa es la pura verdad, ningún territorio del país, ni su gente, están perdidos porque se le antoje decir eso a algunos manipuladores que deberían trabajar a la par de todas esas personas valientes, para sacar al país adelante.
A pesar de lo que sea, lo mejor de México es la gente que no se deja intimidar y sale todos los días, no sólo a sobrevivir, si no a luchar por vivir mejor.
Como Tú, tu familia, tus amigos y muchos blogueros más.
Leerte es una inspiración; cuídate, luego nos leemos.
Alexandro dijo…
Buen post. Nomas vemos lo malo, a veces. Y lo malo existe, claro, lo vemos y lo escuchamos a diario, pero, si este país no se ha caído, es por su gente, porque por muchas menos cosas de las que no han pasado muchos países ya estarían, de verdad, ingobernables..
Amalthea dijo…
Pues cómo si no?? Si las noticias que nos llegan hasta acá nos hacen pensar que es solo un pueblo de varones porque ya se echaron a todas las mujeres?!? Hay que comunicarnos lo bueno, lo lindo, para que nos llegue más.
Un abrazo fuerte.
Brenda dijo…
Mi respeto hacia toda la gente, de Juárez o todo México, que día con día lucha por hacer de este país algo bueno.
Abrazos Ministry.
El Ser Supremo dijo…
ME encanta como los norteños adoran sus tierras, ojala los de mi rumbo tuvieran tantito de ese amor, que bonito post
Flaca dijo…
Releo este post tuyo y, ¡no puedo contener las lágrimas!
Me conmueve lo que dices de mi amada ciudad, y los recuerdos me remueven un montón de sentimientos que traigo a flor de piel.
Eran momentos más difíciles para todos los juarenses, en ese entonces, pero muy felices para mí.
Los juarenses hemos cambiado gracias a todo eso que nos pasó y somos más fuertes y estamos más preparados para defender esta tierra, que aunque árida, nos ha dado todo.

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