William está teniendo problemas con las fracciones. Fefé se sienta a estudiar con él y William se frustra más.
"Mira, es muy fácil" le dice su papá y le explica el método, ante lo cual el nene se frustra más todavía.
Tengo que decirle a Fefé aparte que no hay cosa más triste para los poco duchos en esas artes que nos digan que son fáciles porque entonces nos sentimos todavía más inútiles.
Entonces me siento yo con William y Fefé y tratamos de razonar los problemas. Le digo que yo también batallo pero que no nos van a ganar. William poco a poco se serena, seca sus lágrimas y entiende el problema que a mí me costó tanto comprender. Da con la solución y seguimos. Fefé sigue tratando de resolver el problema con sus métodos. William y yo nos sonreímos.
Harry salió hoy de la escuela con los ojos rojos. Nos dice que en la clase de Conversation hicieron un concurso. Formaron equipos. Cada integrante sacaba un papelito y según la palabra que le tocaba tenía que cantar una canción. Tenían un minuto para recordarla y así obtener un punto por cada palabra. El equipo de Harry llegó a 9 puntos y empató con otro equipo. Les faltaba una sola palabra para que les dieran el 10 a todo el equipo en esta unidad. De su equipo eligieron a L y del otro a K, quien por cierto es la niña que le gusta a L. L sacó el papelito y le tocó la palabra "love".
-- ¡Love, mamá! ¡Pudo cantar "Somebody to love", "All you need is love", "Love the way you lie"! Pero no, se dejó perder para que ganara el equipo de K. ¡Sacrificó a su equipo por una niña!
Después de escucharlo yo no sabía si reírme o llorar con él que deseaba tanto ese 10.
Luego se calmó y hasta nos dijo que antes de iniciar el concurso la maestra dijo: "Vamos a hacer un juego y de seguro todos querrán elegir a Harry en su equipo."
Le digo que en la posada del sábado y en la del domingo habrá karaoke y me dice que tal vez cante un poco.
"Mira, es muy fácil" le dice su papá y le explica el método, ante lo cual el nene se frustra más todavía.
Tengo que decirle a Fefé aparte que no hay cosa más triste para los poco duchos en esas artes que nos digan que son fáciles porque entonces nos sentimos todavía más inútiles.
Entonces me siento yo con William y Fefé y tratamos de razonar los problemas. Le digo que yo también batallo pero que no nos van a ganar. William poco a poco se serena, seca sus lágrimas y entiende el problema que a mí me costó tanto comprender. Da con la solución y seguimos. Fefé sigue tratando de resolver el problema con sus métodos. William y yo nos sonreímos.
Harry salió hoy de la escuela con los ojos rojos. Nos dice que en la clase de Conversation hicieron un concurso. Formaron equipos. Cada integrante sacaba un papelito y según la palabra que le tocaba tenía que cantar una canción. Tenían un minuto para recordarla y así obtener un punto por cada palabra. El equipo de Harry llegó a 9 puntos y empató con otro equipo. Les faltaba una sola palabra para que les dieran el 10 a todo el equipo en esta unidad. De su equipo eligieron a L y del otro a K, quien por cierto es la niña que le gusta a L. L sacó el papelito y le tocó la palabra "love".
-- ¡Love, mamá! ¡Pudo cantar "Somebody to love", "All you need is love", "Love the way you lie"! Pero no, se dejó perder para que ganara el equipo de K. ¡Sacrificó a su equipo por una niña!
Después de escucharlo yo no sabía si reírme o llorar con él que deseaba tanto ese 10.
Luego se calmó y hasta nos dijo que antes de iniciar el concurso la maestra dijo: "Vamos a hacer un juego y de seguro todos querrán elegir a Harry en su equipo."
Le digo que en la posada del sábado y en la del domingo habrá karaoke y me dice que tal vez cante un poco.
*****
Qué idea arraigada ésa de que la mejor etapa en la vida es la de la infancia. Y se los decimos a los niños por todos los medios. La verdad es que es una mentira. Yo tuve una infancia maravillosa pero por nada volvía a mi época escolar. Qué flojerísima.
Los niños nos escuchan quejarnos de nuestras responsabilidades, de nuestras desazones mientras ellos viven sus propios problemas que han de terminar pensando que si ésta se supone es la mejor etapa, qué pasará cuando crezcan. Claro, así quién va a querer crecer.
Hay que revalorar nuestros treintas, cuarentas, cincuentas... ¿a poco no es padre ser independiente, autosuficiente, traer lanita en el bolsillo --aunque sea para los chicles, los cigarros y el café--?
Seguiré diciendo a mis hijos que esta etapa es preciosa y que se preparen, porque viviéndola como debe ser les espera una edad adulta más que feliz.
¿Verdad que es chido hacer tooodo lo que ahora podemos hacer?
Comentarios
¿Qué cenó Pancho hoy?
Aquí escasean los restaurante y tuve que cenar tacos. Pero con muy buen servicio.
Extraño la comida de Fefé.
:(
Y la otra cena, también.
La niñez es bien chida, ni como dudarlo, pero dices bien. Es triste escuchar gente decir que tal o cual "Fue la mejor etapa de su vida" porque te los imaginas muertos. La mejor etapa de la vida, espero, tiene que ser la que te esta ocurriendo, si no... caray, algo anda mal.
Impresionante. Y sólo me queda agradecer.
(Por cierto, desde ya aplicaré eso de no decirle a un niño "es bien fácil". No lo había pensado.)