Alma viajera
La dificultad que impera en el acto de imaginar el día en que ya no seamos capaces de pensar, provoca que nos andemos inventando cosas sobre lo que va a suceder después de nuestras muertes.
Yo de niña veía un mundo material, un gran bosque donde personas, plantas y animales convivían en total armonía.
De adolescente imaginaba que ese mundo debería ser espiritual, pero no entendía cómo. ¿Qué íbamos a estar haciendo ahí? ¿Volar de un lado a otro?
Luego, años después, de mis lecturas de ciencia ficción vi al mundo siendo sólo energía. En otro plano, en otra dimensión no éramos sino energía extrañando sus cuerpos humanos y creando de vez en vez y con mucho esfuerzo, una lágrima que se dolía de no contar más con el contacto físico.
Yo la verdad ya no sé ni estoy muy segura si me interesa.
Mi preocupación más grande ahora es mi funeral.
Al principio quería que me cremaran. Y luego mis cenizas serían puestas en delicadas bolsitas de tul, cual recuerdo de quinceañera, con pétalos de rosas y moñitos, con la leyenda "Gracias por venir a mi funeral" o "A lo mejor te tocó una nacha".
Hoy cambié de idea. La cremación es muy contaminante.
Ser metida en una caja no me gusta mucho tampoco.
Yo creo que la opción más ecológica es ser puesta directamente bajo la tierra. O sobre ella. Estoy imaginando que no estaría nada mal que me dejaran recostada en una playa, con los rayos del sol entibiando la arena. Y desnuda. Eso es muy importante porque nunca he ido a una playa nudista. Poco a poco los cangrejitos y las gaviotitas se darían cuenta que no me muevo y harían su trabajo.
Así sí puedo visualizar esta vida después de la muerte.
Ya no tendré una conciencia humana así que no pensaré como tal. Tendré tal vez conciencia de arena, de pez, de ave, de mar. A lo mejor tampoco hay tal. Pero no me va a importar porque mi conciencia humana se habrá extinguido.
Cosas que una piensa cuando anda en carretera y se le atraviesa un pendejo.
Yo de niña veía un mundo material, un gran bosque donde personas, plantas y animales convivían en total armonía.
De adolescente imaginaba que ese mundo debería ser espiritual, pero no entendía cómo. ¿Qué íbamos a estar haciendo ahí? ¿Volar de un lado a otro?
Luego, años después, de mis lecturas de ciencia ficción vi al mundo siendo sólo energía. En otro plano, en otra dimensión no éramos sino energía extrañando sus cuerpos humanos y creando de vez en vez y con mucho esfuerzo, una lágrima que se dolía de no contar más con el contacto físico.
Yo la verdad ya no sé ni estoy muy segura si me interesa.
Mi preocupación más grande ahora es mi funeral.
Al principio quería que me cremaran. Y luego mis cenizas serían puestas en delicadas bolsitas de tul, cual recuerdo de quinceañera, con pétalos de rosas y moñitos, con la leyenda "Gracias por venir a mi funeral" o "A lo mejor te tocó una nacha".
Hoy cambié de idea. La cremación es muy contaminante.
Ser metida en una caja no me gusta mucho tampoco.
Yo creo que la opción más ecológica es ser puesta directamente bajo la tierra. O sobre ella. Estoy imaginando que no estaría nada mal que me dejaran recostada en una playa, con los rayos del sol entibiando la arena. Y desnuda. Eso es muy importante porque nunca he ido a una playa nudista. Poco a poco los cangrejitos y las gaviotitas se darían cuenta que no me muevo y harían su trabajo.
Así sí puedo visualizar esta vida después de la muerte.
Ya no tendré una conciencia humana así que no pensaré como tal. Tendré tal vez conciencia de arena, de pez, de ave, de mar. A lo mejor tampoco hay tal. Pero no me va a importar porque mi conciencia humana se habrá extinguido.
Cosas que una piensa cuando anda en carretera y se le atraviesa un pendejo.
Comentarios
Lo importante es que estás bien y sigues en el camino y en la vida, de manera por demás ejemplar.
Si existe la reencarnación quiero ser tu hijo o tu esposo o tu Pherro o ¡quizás ser Tú, jajajaja!
Que te asignen avioneta, avión,helicóptero y chofer particular en la empresa, para que no pases sustos por manejar en carretera.
Cuídate, que estés muy bien y te vaya mejor cada día, luego nos leemos.
Y bueno... si yo fuera a caminar a la playa y me encontrara un cuerpo semidevorado por las gaviotas no dormia esa noche, te lo aseguro. Preferiría recibir un trocito de nacha en una bolsita de tul =)
Ya en serio... eso de decidir que pasara con tu cuerpo cuando mueres es cosa seria, mi opinión es que sea cual sea la decisión de la persona se debe respetar al pie de la letra sus últimos deseos -dentro de lo legalmente posible, claro- Tuve un amigo cuya madre le pido a él y sus hermanos que la cremaran y tiraran sus cenizas en el patio de su casa, al pie de un árbol que ella sembró, que por lo que mas quisieran no guardaran sus cenizas en una cripta porque le daria mucho miedo. Adivina que hicieron esta bola de *&@&#....
Yo creo por eso les ha ido de la chingada a estos jijos.
Coincido con todavia, yo no dormiría después de ver un cadáver siendo comido por cangrejos y ratones de agua y hormigas playeras.
A mi me da casi lo mismo lo que hagan con mi cadáver, porque ya no me voy a enterar.
Por otro lado, me llena de preguntas el pensar en otra vida después de esta. ¿Qué es lo que vive? Porque lo del alma no me lo creo? Y si tenemos alma ¿siente? ¿Piensa? ¿Cómo experimenta el mundo, si lo hace?
Mejor me ocupo mientras de la vida, ya tendré tiempo de pensar en la muerte (si no me agarra como acostumbra, desprevenida).
Mi abuelo le enseñó a mi papá que cuando manejara se cuidara de no tener pendejos a los lados, ni atrás ni adelante. Pero cumplir con esa enseñanza es cada vez más difícil.
Saludos!
No suelo pensar en la muerte y todo eso. Por lo cual, me has hecho pensar en esas cosas.
No quiero desacomodar tus planes, pero en el sentido que lo cuentas, y de acuerdo a las circuntancias que vive el mundo, ten por cierto que es improbable que hagan con los restos de tu cuerpo lo que hayas decidido.
Al marge que lo que te suceda ya no te importará.
Existen muchas más posibilidades que caigas en un avión, choques en un tren o "te vayas" en esas especie de desgracias masivas. Te cargan en una pala de obraje y te reconocen por los dientes.
Si me permites, hazlo fácil para los que dejas.
Sobre las otras posibilidades, enterrarte considero la mejor: vuelves a alimentar gusanos, y bichitos y florcitas y todo eso.
Me gusta leerte, asique prolonga tu estadía de alma viajera.
Saludos.
Daniel
Por cierto, ya volví jejeje
¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir.
Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten, que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?
Por eso me sobrecoge el entierro. Aseguran las tapas de la caja, la introducen, le ponen lajas encima, y luego tierra, tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo, piedras, apisonando, amacizando, ahí te quedas, de aquí ya no sales.
Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto, los besos derramados. Es una burla: ¿para qué lo enterraron?, ¿por qué no lo dejaron fuera hasta secarse, hasta que nos hablaran sus huesos de su muerte? ¿O por qué no quemarlo, o darlo a los animales, o tirarlo a un río?
Habría que tener una casa de reposo para los muertos, ventilada, limpia, con música y con agua corriente. Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir.
Pherro: Yo quiero reencarnar en maharajá de Calcuta, tigre de bengala, chimpancé de Ceilán, pulga de dóberman y bacilo de Koch (en ese orden), como bien dicen los queridos Les Luthiers.
Todavía: Procuraré no ser dejada en alguna playa cercana a tu casa. A mí me gustan las playas de Michoacán, tan solas y tan bellas.
Implicada: Eso espero.
Shelle: Yo por eso no.
Ser Filosofista: Habrá que esperar para saberlo. Hay que recordar que dentro de cada persona viva hay un muerto esperando su oportunidad.
Signo: y pendejos, y abusones y gandallas y toda una suerte de fauna que hay que tener cuidado.
Crónicas: ya estoy considerando muy seriamente la posibilidad de que me entierren y me coman los gusanitos. Hay de hacer cosquillas.
Juano: es lo que más me gusta de viajar. Pienso muchas pendejadas, eso no lo puedo evitar.
Indio Cacama: Fíjate que mientras pensaba en todo esto trataba de recordar lo que había escrito Sabines. Es que llegado un punto con la edad y todo eso, uno cree que tiene una idea genial y originalísima, y tómala, que ya la habías leído.
Me encanta ese poema.