Lunes malcocido
Ayer fuimos a efectuar la última compra previa a la entrada a clases. Sólo nos faltaban los libros de lectura que cada niño puede elegir y los zapatos negros de Harry.
La semana pasada compré los uniformes y ¡caray, que me sorprendió el crecimiento de los hijos! Y con la ida a la librería me volvió a sorprender otro tipo de crecimiento.
Esta vez no tuve que mostrarles los libros ni dar consejos de ningún tipo. Ellos llegaron directamente al área de literatura y comenzaron a buscar libros. Solos pidieron ayuda a la dependienta para preguntar si ya estaba el último de Nicolás, si tenían algo más de Goscinny, que dónde estaban los de Pescetti y que querían algo de Roald Dahl. Finalmente William salió con "Frin" de Pescetti y con "Charly y el ascensor de cristal" de Dahl. Harry se decidió por "Bituin, bituin Natacha" también de Pescetti y un libro en inglés sobre el peor jugador de un equipo de baseball que resulta ser chaparrito y flaco. No sé por qué lo habrá elegido. En la escuela sólo les pidieron uno a cada uno pero el segundo lo llevan a casa para leerlo por su cuenta.
Puede que ya no quieran mi consejo para decidir qué leer, pero espero seguir disfrutando por mucho tiempo de acompañarlos a las librerías.
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Hoy amanecí de la chingadísima (y sí tiene que ver con el asunto anterior).
Después de las compras de ayer (¿ya ven que sí hay relación?) me fui a casa de "L" por aquello de la reunión de negocios. De las cinco horas que pasamos ahí, utilizamos media para platicar del bisnes y el resto para ponernos al día de los últimas dos semanas de nuestras vidas, que son siempre tan complejas y versátiles. Acompañamos la platicada con los alcoholes de rigor, yo con una botella de vino tinto.
No comí durante la noche y ése fue un gran gran gran error.
Llegué a la casa medio mareada y me fui a acostar. Fefé se recostó junto a mí y me dijo con su voz que es toda insinuación y coquetería: "¿Vamos a coger esta noche?". Acto seguido, me incorporé a vomitar. Espero que no se lo haya tomado de forma muy personal.
El pobre se levantó a prestarme esa clase de servicios tan necesarios para la ocasión: toalla, papel de baño, vaso de agua, ropa limpia... Cuando el trance terminó, me volví a acostar... Y luego comenzó de nuevo.
Mi marido es la neta del planeta.
Sobra explicar por qué amanecí de la rechingadísima. No sabía yo si seguía peda o estaba cruda, o una mezcla de las dos. Y todavía me faltaba forrar los libros de lectura de los niños (ahí está nuevamente la relación) para entregar el material en la escuela. Busqué el contact, las tijeras y los libros y me dispuse a la operación. Hay cosas tan simples que resultan tan ridículamente complicadas cuando se está en un estado alterado de conciencia... ¡Tardé una hora en forrar los dos libritos! para que luego William llegara y me dijera: "¿Por qué forraste Frin? Es el que voy a leer aquí. Hay que forrar el otro."
Puse mi cara de Marga López y con toda la abnegación posible forré el pinche libro.
El día ha mejorado paulatinamente: con un café, un jugo de naranja, un vaso de refresco, una cajita de leshe shocolatada y un vaso de tezcalate.
Parece que controlo al 80% mis movimientos y con ese porcentaje he puesto a funcionar la lavadora para el control de daños (tres veces la misma sobrecama).
Pregunté en Facebook qué más se puede tomar en estos casos y alguien contestó: Conciencia.
Tal vez.
A la otra voy a comer muy bien antes y durante mi ingestión etílica y esto no pasará nuevamente. Al menos no por otros cuatro años al menos.
Comentarios
O comprar un pedialite y desayunar una sopa.
Y botanear cuando bebas, es lo que no entendí de allá del norti cuando fui, ¿por qué chingados no tragan botana cuando están chupando?
jejeje
Pero las gordas golfas no. Siempre preparamos una buena provisión de comida mientras bebemos. Ayer yo llegué recién comida a la reunión y no tenía hambre. Y luego con tanto vino, se me olvidó.
Buscaré pedialite para tenerlo por si las. Aunque dudo necesitarlo pronto. Mis hábitos de bebedora son muy raros. Puedo estar meses sin probar alcohol y de repente un día se me antoja.
Yo decia qe no habia nada peor qe los lunes, si lo hay, los lunes de regreso a clases.
Otra es respirar a todo pulmón y lento. ¡Gran parte del alcohol lo eliminamos por los pulmones! ¡¡Taraaaan!! :O
Saludos :D
Shelle: Así como Malena? ("nomás porque ya no tengo facebook, soy buena y productiva"... NADA! pero entiendo que andes ganando karma. Justo y necesario).
G: Fíjate que sí había escuchado eso del aceite. Y el marido me dijo que debí haber consumido los chicharrones que había, por la grasa que tienen. Debí hacerlo., Mea culpa.
Webita, me gusta la idea de la sal de uvas y a ver si de una vez me regalan el cancionero. El problema que le veo a lo otro, al suero, es que mi cuerpo pide, exige y ruega por azúcar.
ay, tuve una regresión.
Por cierto, los sueros tienen una cantidad de glucosa para el equilibrio que ayuda sin daño secundario, jajaja!
pero bueno todo pasa, ya pobraste la cerveza o el clamato, dicen que funciona, a mi solo me levantan litros y litros de agua y leche bien fría, que noña soy por Dios!
Hoy me dieron una receta que después compartiré. Parece que es infalible.