Las mujeres

El primer día de clases de este ciclo, a la hora de la comida y después de preguntarle a los talibanes cómo les había ido en la escuela, la primera respuesta que obtuve fue de William que me decía: "¡Mamá, Harry y Edith ya CASI son novios!". Miré a Harry para que me aclarara ese CASI y me contestó muy serio: "Es que ya nomás me falta preguntarle que si quiere ser mi novia, porque ya me enteré que va a decir que sí". William se notaba intrigado. "¿Y por qué no te le declaras?" le preguntó. Y Harry respondió, haciendo gala de toda la experiencia de una vida como Ladie´s Man: "Porque no quiero que nos suceda lo que a ti con tu exnovia, que decían que eran novios pero ni platicaban en el recreo, ni se sentaban a comer, ni jugaban juntos. Yo no quiero que pase eso. Me voy a esperar hasta que estemos en sexto. " William continuó cuestionándolo: "¿Y si en sexto ya no le gustas y tiene otro novio?". Harry no dudó en responder: "Pues ni modo, a lo mejor a mí en sexto ya no me gusta tampoco, pero no creo porque estoy enamorado de ella desde el primer día de cuarto grado. El otro día que estábamos chateando casi casi me le declaro, pero me aguanté porque quiero que todo salga muy bien."
William entendió y siguió comiendo en silencio.
A mí se me atoraron los tallarines, pero traté de que no se notara mucho y ya no seguí comiendo. Se me quitó el apetito.

* * * * *
-Por última vez, William, ve a la tienda y tráeme lo que te encargué - le dije/grité a William esta mañana.
- Espera, mamá. Es que ahí afuera están los primos de Ana y no me agradan. No quiero que me vean. -respondió desde el sillón de la sala, sitio ideal para ver a la calle sin ser visto.
Cinco minutos después, salió corriendo a la tienda y regresó con mi encargo.
Se escapó por un pelito, me dijo.
Luego de un rato tocaron a la puerta. Era Ana acompañada de varias chicas, muy lindas. Adolescentes todas ellas en sus treces o catorces. Le hablé a William, pero él volteó a verme con un ruego en su mirada, así que volví a la puerta y le dije a las niñas que William había amanecido muy mal de la alergia y que todavía no saldría.
Me quedé un poco preocupada por la reacción del enano, me preguntaba si le habrían hecho algo, si lo habrían molestado antes, o a lo mejor era otra cosa... así que me fui directo a preguntarle por qué no le agradaban esas chicas. Con un marcado sonrojo, me dijo:
- No es que me caigan mal, es que... son muy... son muy empalagosas. Nada más quieren estarme abrazando y dando besos y me cansan con tantos cariños. Por eso no quiero salir.
Su respuesta me hizo sonreír, le dije que esas niñas lo abrazaban porque se daban cuenta que él era un chico lindo y guapo, pero que estaba perfectamente bien que él decidiera dejarse abrazar o no.
Salí del cuarto y él siguó jugando videojuegos.

* * * * *
Son unos niños y las mujeres ya despiertan en ellos emociones, sentimientos, apegos y dudas.
Algunos días, a la hora de la comida, me bombardean con preguntas sobre las niñas, que si por qué son así, por qué a veces juegan bien, otras veces pegan, a veces molestan y en una ocasión o dos lloran con sus amigas en el baño durante el recreo.
No les respondo mucho.
No les digo que algunas de sus preguntas no se esclarecerán fácilmente.
Tampoco les explico que, como dijo Beauvoir, no se nace mujer, se llega a serlo y en ese proceso se experimentan una y mil contradicciones.
Callo y sus preguntas me las hago yo.

* * * * *
Anoche vimos por canal Once, Las caras de la luna de Guita Schyfter.
¡Qué maravillosa película! Hacía mucho que no disfrutaba de una película tan sabrosa, con un guión tan ágil y bien armado.
La historia se centra en un festival de cine lationamericano de mujeres y en el jurado que realizará la selección: mujeres con compromisos artísticos, políticos, amorosos, familiares. El personaje que hace Geraldine Chaplin es divino, lleno de libertad, de desfachatez y de energía. Carmen Montejo también hace un personaje encantador, en su fortaleza y en la firmeza de sus convicciones feministas. Y por supuesto, buenísimos también, los diálogos de nueve mujeres distintas que proyectan las búsquedas y la resignificación constante del ser mujer, sin que por ello la película se convierta en un panfleto ideológico o didáctico.
Excelente comedia. La vi en algún sitio en internet en DVD a 50 pesos y he de comprarla.

* * * * *
Fefé me acaba de hacer un regalazo: se puso a diseñarme el sitio web para el negocio.
No lo habría pensado yo mejor que como él lo concibió.
La parte más hermosa es que está leyendo y adentrándose en cosas que a mí me interesaba que entendiera.
Ya me lo confesó: Soy lesbiano y feminista.


Comentarios

Anónimo dijo…
Espero tener tu toque cuando lleguen a esa edad... Solo que para mi es un shock haber sido bastante "desmadrito" y ahora lidear con 2 hijas... Jajaja a pagar las que debo
Uy, los "desmadritos" son los papás más celosos, jejeje... saben muy bien el tipo de gente que se mueve afuera. Yo espero conservar el "toque" como tú dices.
La Negra dijo…
lesbiano femisita!! adoro a ese hombre(con respeto) y tus hijos son una cosa esplendorosa, creo que tu y tu señor han hecho un buen trabajo y son unos chicos lindos... el porblema de las mujeres es que ni nosotras mismas nos entendemos, ni sabemos lo que queremos y los sentimientos y las hormonas nos dominan (espero no ser solo yo la dramatica) y pues simplemente tendran que ir aprendiendo a conocerlas.
Yo también adoro a ese hombre, con respeto y sin respeto.
Nosotras dejamos que nos dominen los sentimientos y las hormonas porque como mujeres se nos justifica. Y pues no está bien. Pero a poco no los hombres también se dejan dominar por la testosterona? También se les justifica y tampoco está bien. Bueno, de vez en cuando poquito sí, es chido.
flaca dijo…
Jajajaja. Ya te lo había dicho, tus chavos son toda la onda y, ¡pobrecitos!, ya ve diciéndoles que jamás van a entender a las mujeres, no hagas que sigan quebrándose la cabeza.
Por otro, eso de Fefé me dio más risa porque hace ya algunos años, un amigo me dijo que soy un hombre atrapado en un cuerpo de mujer, pero soy bien jotote.
Y bueno, el punto es que está chido eso de tener un marido feminista, sólo espero que como buen feminista, no se niegue a las labores domésticas :P
Magnífica descripción. Jajaja!
No, no, no... es feminista bien comprometido, con lo público y con lo privado.

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