Tengo lo que va del año, toooooodooooo lo que va del año excepto los tres días posteriores al primero de enero, y del 6 de enero y hasta el 2 de febrero, haciendo ejercicio todas las mañanas.
No sé de dónde saqué las ganas, pero de algo sirvió el clima de este invierno, al que debería darle vergüenza recibir tal nombre, he de decir.
Posiblemente esto de la escuela me obliga a buscar reservas donde no creí que hubiera. Mi amigo terapeuta me decía que el peor enemigo de mi personalidad era el creer que mis recursos podían agotarse, llámense fuerza, conocimiento, energía, etece. Yo creía entonces que mi peor enemigo eran los calambres que me daban cada vez que me movía a una velocidad mayor que la habitual. Luego fue que entramos a natación que tuve que dejar después de un tiempo de ver que absorbía tres horas de mi día. Volveré a nadar cuando el alcalde cumpla lo de la construcción de un centro deportivo cerca de mi casa.
Mientras esto sucede, sigo caminando.
Al principio era así: caminar, caminar, caminar, a paso rápido primero media hora hasta alcanzar la hora completa. Luego comencé a trotar en tramos pero desistí cuando sentí una presencia tan poderosa y pesada a mis espaldas que me impedía seguir tratando de correr. Sin embargo, ya sin poder dar marcha atrás me dije "¡Ah no! ¡Las nalgas no me van a detener! ¿O qué creen que se mandan solas?". Así que a pesar de ellas seguí corriendo, y mi voluntad funcionó porque ahora cuando empiezo a trotar ya no siento que se bambolean, pareciera más bien que se apeñuzcan y se agarran cuando se dan cuenta que es día de ejercicio.
O eso quiero creer y no que la única razón por la cual mi vida marital funciona, está desapareciendo,
(Lagarto, lagarto)
Hoy hubo un cambio en mi rutina: hice todo el trayecto trotando. Con esto dejé de sentirme una farsante por usar ropa deportiva, tennis para correr, gorra y ipod.
Hay dos mil trescientas cincuenta y seis cosas en mi vida que he dejado inconclusas.
Espero que ésta no sea una de ellas.
Cuando se llega a la edad del antes nunca es preciso implementar algunos cambios de rutina y como no pienso sacrificar cosas tan importantes como la nieve de gansito y los bagels de queso crema con mermelada de zarzamora, pues a darle por otro lado que es lo único que me queda si pretendo tener la fuerza de terminar la maestría, continuar con mi trabajo en la organización, seguir educando dos hijos y mantener encendida la hoguera de la pasión, o sea seguir cogiendo, por si no captaron mi originalísima metáfora.
Por ahora, a tomarme mi tecito reparador y a hacer tarea.
Buen inicio de semana.
No sé de dónde saqué las ganas, pero de algo sirvió el clima de este invierno, al que debería darle vergüenza recibir tal nombre, he de decir.
Posiblemente esto de la escuela me obliga a buscar reservas donde no creí que hubiera. Mi amigo terapeuta me decía que el peor enemigo de mi personalidad era el creer que mis recursos podían agotarse, llámense fuerza, conocimiento, energía, etece. Yo creía entonces que mi peor enemigo eran los calambres que me daban cada vez que me movía a una velocidad mayor que la habitual. Luego fue que entramos a natación que tuve que dejar después de un tiempo de ver que absorbía tres horas de mi día. Volveré a nadar cuando el alcalde cumpla lo de la construcción de un centro deportivo cerca de mi casa.
Mientras esto sucede, sigo caminando.
Al principio era así: caminar, caminar, caminar, a paso rápido primero media hora hasta alcanzar la hora completa. Luego comencé a trotar en tramos pero desistí cuando sentí una presencia tan poderosa y pesada a mis espaldas que me impedía seguir tratando de correr. Sin embargo, ya sin poder dar marcha atrás me dije "¡Ah no! ¡Las nalgas no me van a detener! ¿O qué creen que se mandan solas?". Así que a pesar de ellas seguí corriendo, y mi voluntad funcionó porque ahora cuando empiezo a trotar ya no siento que se bambolean, pareciera más bien que se apeñuzcan y se agarran cuando se dan cuenta que es día de ejercicio.
O eso quiero creer y no que la única razón por la cual mi vida marital funciona, está desapareciendo,
(Lagarto, lagarto)
Hoy hubo un cambio en mi rutina: hice todo el trayecto trotando. Con esto dejé de sentirme una farsante por usar ropa deportiva, tennis para correr, gorra y ipod.
Hay dos mil trescientas cincuenta y seis cosas en mi vida que he dejado inconclusas.
Espero que ésta no sea una de ellas.
Cuando se llega a la edad del antes nunca es preciso implementar algunos cambios de rutina y como no pienso sacrificar cosas tan importantes como la nieve de gansito y los bagels de queso crema con mermelada de zarzamora, pues a darle por otro lado que es lo único que me queda si pretendo tener la fuerza de terminar la maestría, continuar con mi trabajo en la organización, seguir educando dos hijos y mantener encendida la hoguera de la pasión, o sea seguir cogiendo, por si no captaron mi originalísima metáfora.
Por ahora, a tomarme mi tecito reparador y a hacer tarea.
Buen inicio de semana.
Comentarios
Qué buen pedo que estés haciendo ejercicio de nuevo, yo solo llevo dos semanas, 3 días a la semana pegándole al costal y ayer le dí en su madre (bueno, en realidad se rompió la cuerda que lo sostenía) como ya estoy bien de las rodillas, ya puedo hacer sentadillas y patear otra vez.
Por cierto, el gluetus máximus es el músculo que realiza el impulso necesario para cada zancada al correr. En otras palabras, todos corremos por y con las nalgas :P
Ahora, cuando termines tu rutina de correr, deber concluirla con un poderoso, alto y contundente Shoryuken!! jajajaja
Saludos y felicidades, no dejes que tu fuerza se agote!
OGC: Pero eres sano? Digo, al final de cuentas esto del ejercicio es un asunto de salud, y si sigues sano cuál es el problema?
Así que no te preocupes, tu come bien y corre, las nalgas seguirán en su lugar.
Ministry: ya me pusiste a pensar.
El músculo glúteo mayor del ser humano es más grande que el del gorila
El músculo glúeto mayor es tan poderoso que por sí solo sería capaz de mantenernos en posición erecta.
Entre los pilotos se oye un dicho que reza así: se pilotea con el culo. En una ocasión un médico militar, piloto de la USAF quiso comprobarlo y se inyectño lidocaína en las nalgas, piloteó un avión y le costó uno y la mitad del otro y además se cagó.
el diseño de las nalgas e tan espectacular que nos permite defendernos: varias patadas de las artes marciales obtienen su potencia de las contracciones de los glúteos
Amo mis gluteos.
Ps yo no tendré los glúteos del tamaño de los de ustedes, pero cooperan bastante cuando hago ejercicio. Lo que me sigue estorbando (como bailarina, pero no como mujerss) son las boobies :s De hecho, como mujer envidio un poco (sólo un poco) a Gwendi y a la Shela, por eso todos se pelean por pasar por ellas cuando hay reunión teatrera...
No lo entiendo.