Búsqueda laboral
Hace unos días leí una nota en FB que escribió Cume y me acordé de una experiencia de búsqueda laboral muy... ¿interesante? ¿curiosa? ¿divertida? ¿escalofriante? Yo diría que eso último es lo que mejor la describe.
Corría el año del 99 y yo ya estaba en la búsqueda de trabajo. En el periódico apareció un aviso que decía algo así: "Se solicita señorita soltera, de 20 a 35 años, con disponibilidad de horario y estudios universitarios, guste de la lectura, cultura general, buena conversación... " Palabras más, palabras menos.
Como me intrigó bastante qué clase de trabajo podría hacer una persona con esas características acudí a la cita, sin ser ni señorita ni soltera. La "entrevista" fue en una casa, por lo que le pedí a Fefé que me esperara afuera y que si no salía en veinte minutos entrara.
Me recibió un señor maduro, chaparrito y medio calvo. Comenzó a platicar conmigo mientras yo trataba de descifrar para dónde iba el asunto, mientras de reojo veía la decoración de la sala y la cocina, o más bien la falta de decoración. Y de muebles. Me preguntó sobre mis estudios, sobre mis libros favoritos, sobre la música que escuchaba y yo pensaba que a lo mejor era algún editor de revista o algo así. Pero no. No había mencionado nada del trabajo. Los minutos seguían pasado y yo me imaginaba lo peor, mientras el pinchi Fefé leía el periódico muy agusto en el auto. Finalmente el individuo soltó la sopa.
-- En realidad, jeje, no estoy ofreciendo ningún trabajo, es que quiero conocer mujeres y lo del aviso en el clasificado fue una ocurrencia. ¿No le parece una buena idea?
-- ¡No! Me parece una porquería de idea que traiga con engaños a personas a su casa, a personas que están buscando un trabajo y que vienen aquí con toda la esperanza de encontrarlo. Me parece una porquería que abuse del tiempo de los demás y como método de búsqueda de novia, me parece patético, estúpido y lastimero. ¡Adiós!
Bueno, en realidad no dije eso. La situación me pareció tan humillante para mí y tan lastimera para él, que sólo me levanté de la silla, le deseé suerte y me fui.
Todo el camino a casa no pude pronunciar palabra. Por la noche le platiqué a Fefé y fue cuando me di el lujo de soltarle la retahíla que hubiera querido decirle al galancete, pero que en el momento por el impacto, no pude siquiera articular.
Y ésa, señor@s, ha sido mi más triste y escalofriante experiencia de búsqueda labora.
¿Cuál ha sido la tuya?
Corría el año del 99 y yo ya estaba en la búsqueda de trabajo. En el periódico apareció un aviso que decía algo así: "Se solicita señorita soltera, de 20 a 35 años, con disponibilidad de horario y estudios universitarios, guste de la lectura, cultura general, buena conversación... " Palabras más, palabras menos.
Como me intrigó bastante qué clase de trabajo podría hacer una persona con esas características acudí a la cita, sin ser ni señorita ni soltera. La "entrevista" fue en una casa, por lo que le pedí a Fefé que me esperara afuera y que si no salía en veinte minutos entrara.
Me recibió un señor maduro, chaparrito y medio calvo. Comenzó a platicar conmigo mientras yo trataba de descifrar para dónde iba el asunto, mientras de reojo veía la decoración de la sala y la cocina, o más bien la falta de decoración. Y de muebles. Me preguntó sobre mis estudios, sobre mis libros favoritos, sobre la música que escuchaba y yo pensaba que a lo mejor era algún editor de revista o algo así. Pero no. No había mencionado nada del trabajo. Los minutos seguían pasado y yo me imaginaba lo peor, mientras el pinchi Fefé leía el periódico muy agusto en el auto. Finalmente el individuo soltó la sopa.
-- En realidad, jeje, no estoy ofreciendo ningún trabajo, es que quiero conocer mujeres y lo del aviso en el clasificado fue una ocurrencia. ¿No le parece una buena idea?
-- ¡No! Me parece una porquería de idea que traiga con engaños a personas a su casa, a personas que están buscando un trabajo y que vienen aquí con toda la esperanza de encontrarlo. Me parece una porquería que abuse del tiempo de los demás y como método de búsqueda de novia, me parece patético, estúpido y lastimero. ¡Adiós!
Bueno, en realidad no dije eso. La situación me pareció tan humillante para mí y tan lastimera para él, que sólo me levanté de la silla, le deseé suerte y me fui.
Todo el camino a casa no pude pronunciar palabra. Por la noche le platiqué a Fefé y fue cuando me di el lujo de soltarle la retahíla que hubiera querido decirle al galancete, pero que en el momento por el impacto, no pude siquiera articular.
Y ésa, señor@s, ha sido mi más triste y escalofriante experiencia de búsqueda labora.
¿Cuál ha sido la tuya?
Comentarios
Yo una vez me enteré de una vacante en la CANAPAT, estaba en el mismo edificio donde yo trabajaba y me pareció muy fácil hablarle al jefe desde la recepción del edificio, le dije algo así como: Yo soy fulana, tengo éstas 3 cualidades y éstas dos experiencias, me enteré de la vacante en el elevador y le llamo para preguntarle si le interesa entrevistarme?" y que me contesta: "En la recepción esta mi novia, si le dices que ya no quiero nada con ella y que se largue para que pueda salir del edificio sin verla te pago 3 pesos más de lo que ganes ahora. Si recuperas el anillo de compromiso te ganas el bono anual." Y pos pa' luego es tarde, que me siento a hablar con la fulana y subí al PH con anillo y la ex-novia convencida de que era un bueno para nada que no le convenía acosar. Tuve el empleo 2 años con bonos semestrales.