William tiene ya algún tiempo publicando videos en un canal de Youtube.
Son pequeños fragmentos de historias que utiliza para practicar los efectos especiales que va a aprendiendo. En el último que hizo, se clona a sí mismo. Es realmente bueno. Y además de eso, hace tutoriales para aprender a usar Photoshop y otros programas. Son los que tienen más visitas.
Y sobre esto de su cuenta y las visitas que tiene, ayer recibió un correo informándole que era posible "monetizar" su canal, debido al tráfico que está recibiendo o algo así (uno pasa años tratando de que los hijos aprendan a comunicarse claramente, y cuando finalmente lo logran, hablan de cosas de las que uno ya no entiende).
William está feliz. No es el hecho del dinero sino de lo que representa el trabajo que ha estado haciendo. Porque finalmente, aventarse a aprender solito todo lo que sabe, ha sido un gran esfuerzo que ahora rinde sus frutos.
Porque además de eso hace unos días recibió una propuesta de trabajo para participar en una página web, en aspectos de diseño y alimentación.
Él quería trabajar y había mencionado la posibilidad de entrar de cerillo a un nuevo autoservicio cercano a la casa. Tal parece que se brincó la parte en que los niños son cerillos, lavan carros o venden limonadas.
¿Debería preocuparme? ¿Estoy dejando que crezca demasiado rápido?
No se preocupen.
Contrarresto todo esto con labores muy propias de las madres: recordarle que use su desodorante.
Porque su trabajo será muy elegante, pero su humor a adolescente hormonal no tiene nada de glamoroso.
Comentarios
Ya me imagino lo que gozarás cuando te presente a sus novias.
Hace unos meses leí un artículo de un chavito en Inglaterra que a sus 133 hizo su primer millón porque aprendió a diseñar aplicaciones para telefonos y las vendió en internet. Y luego, en su sitio, ofreció espacio para vender aplicaciones que otros diseñaban. Ahora le da chamba a sus papas =)
*Hasta la curiosidad me hizo comentar, jijiji. ¡Saludos!
y por lo demás felícitalo