I, Daniel Blake

No recuerdo cuando fue la penúltima vez que vi una película de Ken Loach. Lo que sí recuerdo son las mini muestras de cine en mi ciudad allá por los noventas, el regresar caminando desde el centro después de una película en la sala Anthony Quinn, el minúsculo grupo de espectadores que nos veíamos en las mismas funciones, y en general el sentimiento de exaltación por el descubrimiento. Porque acá en el rancho no teníamos nada. Ni videocentros ya.
Lo recordé y añore un poco porque en una salita de esas me crucé con Fefe una vez. Y la siguiente fue en la biblioteca, después de otra función en Bellas Artes, cuando por fin nos conocimos.

Hoy fui a ver una película de Ken Loach al cine. Estuvimos demasiado cómodos para mí gusto. Extrañé las salas tristes e incómodas, pero sobre todo a los postpubertos  buscando algo en el mundo. 
Pero me llevé a Harry y su reflexión al final me consoló.
Y Fefe fue conmigo y su abrazo me curó las nostalgias.

Ni Ken Loach ni nosotros hemos cambiado tanto.
Qué gusto.

Comentarios

Implicada dijo…
Yo extraño la videosala Universitariade Av. Hidalgo en Ggl, con esas butacas incómodas, y funciones casi solitarias

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