2009
se me presenta con una sola certeza: la de la edad.
En tres ocasiones fui llamada "señora" el día de ayer y para mi asombradísima sorpresa, no me inquietó ni me pareció ajeno, me pareció parte de mí.
Horas más tarde, mientras disfrutábamos la rosca de la Paca (con monitos sembrados, jijiji amanecí chistosona) y veíamos fotografías familiares viejas, me encontré con algunas fotos mías en mi postadolescencia y en mis tempranos veintes: la piel tersa, las facciones suaves, los ojos aniñados...
¡Qué inacabada me veía!
Ahora tengo la piel algo ajada (tantos buenos desvelos), arruguitas en los ojos (tantas risas y copas), mis facciones son rectas, algo endurecidas y mi mirada, mayormente estoica, según dice un amigo.
Tal vez sigo siendo un manojo de inmadurez e inseguridad, pero por otra parte soy algo más, algo de lo que no me había percatado: Soy una Señora.
(También sigo estando bien pendeja, pero menos que antes, porque, después de todo, ¿qué es la vida sino ese largo, penoso, sinuoso, doloroso, sorpresivo, dulce, placentero camino hacia el despendejamiento?)
En tres ocasiones fui llamada "señora" el día de ayer y para mi asombradísima sorpresa, no me inquietó ni me pareció ajeno, me pareció parte de mí.
Horas más tarde, mientras disfrutábamos la rosca de la Paca (con monitos sembrados, jijiji amanecí chistosona) y veíamos fotografías familiares viejas, me encontré con algunas fotos mías en mi postadolescencia y en mis tempranos veintes: la piel tersa, las facciones suaves, los ojos aniñados...
¡Qué inacabada me veía!
Ahora tengo la piel algo ajada (tantos buenos desvelos), arruguitas en los ojos (tantas risas y copas), mis facciones son rectas, algo endurecidas y mi mirada, mayormente estoica, según dice un amigo.
Tal vez sigo siendo un manojo de inmadurez e inseguridad, pero por otra parte soy algo más, algo de lo que no me había percatado: Soy una Señora.
(También sigo estando bien pendeja, pero menos que antes, porque, después de todo, ¿qué es la vida sino ese largo, penoso, sinuoso, doloroso, sorpresivo, dulce, placentero camino hacia el despendejamiento?)
Comentarios
El 2009 te ha caido divis divis.
Saludos y feliz 2009.
Una vez me dijeron señor a los 15 años, fue la primera vez que me dijeron señor y me hablaron de ud y todo. la chava tenía 17 jajajajajajaja
Lo que te puedo decir, es que conozco a varias mujeres que estan pasando por ese proceso, y la verdad, todas se me hacen mucho mas guapas ahora... especialmente La Generala, que entre mas pasa el tiempo mas guapa la veo... y no, no es cliche, es neta... algo tienen esas arruguitas que cuando eres testigo de como van apareciendo, les agarras carino.
Pelos: yo creo que la edad también nos vuelve más interesantes. En mi caso, más interesada. Jo.
La neta, la neta, la neta si no fuera porque ya antes habíamos platicaso sobre esa marcas de carcajadas, ni cuenta me habría dado que las tienes. Supongo que es porque me quejaba de lo mismo.
Ja.
Toditito lo que escribiste amiga! me lo sacaste de la boca! Solo en tu florida inspiracion podria mi estado actual verse tan bien reflejado.
Yo estoy mas pendeja que nunca, eso si. Arrugada y pendeja. Y aqui dentrito, me sigue encabritando que me digan senora.